Diario de León

Sara García: «La supercomputación extrema crea modelos atómicos para estudiar el cáncer de pulmón»

- Nuevos fármacos contra el cáncer de pulmón. La bióloga leonesa Sara García, ofrece este miércoles en León una conferencia sobre ‘Raf1 al descubierto: un paso clave para crear nuevos fármacos contra el cáncer de pulmón’. La leonesa es investigadora del CNIO donde dirige un grupo del equipo de Mariano Barbacid.

Sara García, en el CNIO, este lunes. BENITO ORDÓÑEZ

Sara García, en el CNIO, este lunes. BENITO ORDÓÑEZ

León

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La leonesa Sara García Alonso (1989) ha saltado a la popularidad por ser la primera mujer astronauta española elegida por la Agencia Espacial Europea (ESA) en calidad de reserva para viajar al espacio. Estudió Grado de Biología y máster de biotecnología en la Universidad de León y actualmente dirige un grupo de investigación del equipo de Mario Barbacid en el Centro Nacional de Investigación Oncológica (CNIO). Este miércoles ofrecerá una conferencia a las 19.30 horas en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad de León sobre RAF1 al descubierto: un paso clave para crear nuevos fármacos contra el cáncer de pulmón . 

—¿Cuándo comenzó su carrera investigadora?

 ­—Llevo dedicándome a la investigación oncológica más de doce años. Durante la carrera trabajé en distintos laboratorios y me especialicé. Durante la tesis doctoral trabajé en cáncer de mama y pulmón en el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca. En 2019 me incorporé al CNIO con el grupo del doctor Mariano Barbacid. Llegué con una beca Juan de la Cierva, pero un año después me dieron una posdoctoral de la Asociación Española contra el Cáncer. En 2022 me ascendieron a científica titular y soy personal propio del CNIO. Dirijo mi propio grupo de estudiantes de doctorado dentro del equipo de Mariano Barbacid.

Sara García, en su laboratorio del CNIO. BENITO ORDÓÑEZ

Sara García, en su laboratorio del CNIO. BENITO ORDÓÑEZ

   —¿Qué están investigando? 

 —Es un proyecto que busca desarrollar nuevos fármacos contra el cáncer de pulmón impulsado por la mutación KRAS, que es de lo que hablaré en la conferencia de este miércoles. Esa línea la dirijo yo y trabajan tres estudiantes de doctorado. Suelo tener una media de cuatro estudiantes de fin de Grado o máster. Van rotando cada año. Colaboran varios técnicos del animalario y del laboratorio, que ayudan con la gestión de animales.

—¿Qué han descubierto del gen y de la función de la proteína RAF1, de la que hablará en la conferencia?

—Las mutaciones en KRAS las descubrió Mariano Barbacid en 1982. El problema es que hasta el año 2021 no existía ninguna forma, ningún fármaco selectivo para este tipo de tumores. Por ello, lo que hicieron en muchos laboratorios, incluido el de Mariano Barbacid, fue buscar otras proteínas que estuvieran activadas por KRAS que tuvieran un papel importante en cáncer. De esta forma, con un estudio sistemático en modelos de ratón modificados genéticamente, es donde descubrieron que la proteína RAF1 es una diana terapéutica. Esto quiere decir que, en estos modelos animales, cuando la eliminamos genéticamente, los tumores de pulmón desaparecen. Esto fue un gran hallazgo porque nos da una herramienta, una vía sobre la que trabajar. Para que pueda trasladarse a pacientes necesitamos un medicamento porque a un paciente no le podemos eliminar un gen para tratarle. Necesitamos darle un medicamento que haga el mismo efecto. Ahí es donde entra la línea de investigación que yo llevo.

Cribados
«No creo que un sistema de cribado general sea compatible con el sistema de salud general»

—¿Han encontrado ya con algún medicamento?

—La parte preclínica suelen durar muchos años, se prueban miles de compuestos antes de que alguno pueda pasar a los ensayos clínicos. Lo que hemos hecho nosotros es aislar la proteína RAF1, que es algo que nunca se había conseguido. Llevaban treinta años intentádolo y no era posible. Nosotros lo conseguimos. Resolvimos la estructura tridimensional con un paper de mucho prestigio que se publicó en 2022 y gracias a tener esa estructura tridimensional, con muchísimo detalle, hemos podido comprobar por ordenador más de cincuenta millones de compuestos potenciales. De esos cincuenta millones de compuestos hemos hecho una selección de unos mil, que pueden ser los más prometedores y esos son los que estamos probando, primero en modelos celulares y ahora pasaremos a probarlos en modelos de ratones.

—¿Cuánto tiempo puede pasar desde esta fase hasta que pueda salir un fármaco efectivo?

—Los descubrimientos de fármacos pueden llevar entre ocho y veinte años, o puede que nunca lleguen. Nosotros estamos en la fase preclínica. Si esto funciona, tendrían que empezar a participar muchos otros médicos químicos, para poder modificar estos compuestos y administrase a personas. Y en los ensayos clínicos tendrían que participar oncólogos, para seguir a los pacientes. No se puede hablar de fechas porque la información no sería correcta. Es una parte de la investigación preclínica, si tiene éxito puede surgir en poco tiempo, o puede que nunca llegue a surgir. 

—¿Esta proteína RAF1 está sólo en el cáncer de pulmón?

—Estar proteína forma parte de todas las células de los seres humanos. Lo único que se ha visto es que en este tipo de cáncer de pulmón impulsado por KRAS, cuando la eliminamos, conseguimos que los tumores se hagan más pequeños y en el cáncer de páncreas ocurre algo similar, pero es necesario combinar este tratamiento con otra proteína que se llama EGFR.

—¿Tiene en cuenta la perspectiva de género en las investigaciones?

—Somos muy conscientes de esta problemática que se ha arrastrado durante años y por eso en todos nuestros proyectos de investigación incluimos ratones macho y ratones hembra, para tener en cuenta esa perspectiva de género. Nuestros modelos incluyen el mismo número de ratones macho y ratones hembra.

—¿La eliminación de esta proteína disminuye todo tipo de cáncer de pulmón?

—Funciona en el adenocarcinoma de pulmón impulsado por KRAS, que representa aproximadamente el 30% de los casos.

—¿Qué pronóstico tiene este cáncer?

—Muy malo. La supervivencia a cinco años es inferior a 15%.

—¿Está provocado por el tabaco o hay otra causa?

—En el 90% de los casos se debe al tabaco. Se ha visto que en este tipo de mutaciones, como la de KRAS están completamente asociadas el hábito de fumar.

—¿De qué manera están utilizando la inteligencia artificial en la investigación?

—El modelo tridimensional a partir del cual hemos encontrado vulnerabilidades en la proteína que pueden ser susceptibles de ser tratadas con medicamentos se ha generado mediante inteligencia artificial y una capacidad de computación extrema. Tuvimos que utilizar sistemas de computación de la Universidad de Dinamarca para poder sacar este modelo atómico. La búsqueda virtual para comprobar si esos cincuenta millones de fármacos pueden o no funcionar para nuestra proteína se ha hecho con inteligencia artificial y supercomputación.

En el espacio
«Se pueden hacer estudios en microgravedad para encontrar nuevos fármacos»

—¿Hay suficiente financiación para seguir investigando en esa línea?

—La situación de la financiación de la ciencia en España es tremendamente precaria y lastra a todos los grupos de investigación. No hay suficiente financiación para sacar adelante los proyectos de investigación. Afortunadamente, yo me encuentro en un grupo de investigación, que es el grupo del doctor Mariano Barbacid, y en un centro de alto prestigio, como es el CNIO, que no tiene tantos problemas de financiación como otros grupos más pequeños. La falta de financiación es algo genérico a nivel nacional.

—¿Defiende un cribado poblacional para el cáncer de pulmón?

—Es controvertido. No tengo una opinión formada. Entiendo el valor de los cribados. El problema del cáncer de pulmón es que se detecta tarde. Muchos más casos se curarían con cirugía y la tasa de supervivencia a cinco años sería superior, pero no creo que un sistema de cribado general sea compatible con el sistema de salud general. Muchos de esos cribados significarían una radiografía o tomografía computerizada y extender eso a la población general de manera periódica no creo que sea factible ni sostenible. Cuando se establezcan mejores sistemas de diagnóstico, como la biopsia líquida u otro tipo de técnicas menos invasivas que permitan detectar de manera precoz la presencia de células cancerígenas, por supuesto que abogaría por ello. Si se pilla el cáncer a tiempo es como se cura, pero a día de hoy no se si se puede aplicar en el cáncer de pulmón. Con la biopsia líquida se está avanzando mucho. En el futuro, algo parecido a la detección del cáncer de próstata, con los niveles de PSA en sangre, podría llegar a ocurrir con el de pulmón, pero todavía no estamos en ese punto, ni es la tónica general. Luego hay que trasladarlo al sistema de salud y eso lleva tiempo considerable.

 —El tabaco es la principal causa. ¿Pero qué otras causas hay que lo provoquen?

—No podemos evitar tener cáncer, podemos minimizar los riesgos, pero el cáncer es algo que le ocurre a nuestras células, que se dividen y acumulan mutaciones. La gente se pregunta por qué hay más casos de cáncer, pero muchas veces la explicación es tan sencilla como que vivimos más años. Es verdad que hay ciertos tipos de cáncer que se empiezan a detectar en personas jóvenes y no se sabe muy bien la causa. Pero hay factores ambientales también. Todo aquello que induzca a mutaciones en nuestras células puede acabar desencadenando un tumor. Pueden pasar muchos años hasta que se desarrolla un cáncer. Hay estudios que vinculan directamente el hábito de fumar con el cáncer de pulmón, pero desconozco los estudios específicos sobre cómo afecta el humo al fumador pasivo. 

—¿En el espacio se puede encontrar algún tratamiento contra el cáncer?

—Se pueden utilizar las ventajas de hacer estudios en microgravedad para encontrar nuevos abordajes de las células cancerígenas. Si analizamos por qué se vuelven menos agresivas o se reproducen menos, podríamos encontrar nuevas dianas terapéuticas. Se pueden aprovechar las ventajas de la microgravedad para formular nuevos medicamentos.

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