Diario de León

Las cinco del Monte de Tabuyo buscan relevo

- Premio a 20 años de inspiración. Veinte años no es nada, pero para las cinco mujeres que empezaron la aventura empresarial y de empoderamiento personal en 2003 es toda una vida. El Instituto de las Mujeres las señala como referente en el mundo rural y femenino con el premio Juana Inspiradora 2023.

Las cinco mujeres fundadoras del comedor Del Monte de Tabuyo con las creadoras de Molino de las Pilas, de Málaga, que actuaron en la gala. DL

Las cinco mujeres fundadoras del comedor Del Monte de Tabuyo con las creadoras de Molino de las Pilas, de Málaga, que actuaron en la gala. DL

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Visitación Ares Astorgano,  Carmen Ares Dios, Encarnación Ares Fernández, Lucinda Abajo y Marisa Rodríguez son las cinco mujeres que, hace ya veinte años, se reinventaron y reinventaron a Tabuyo del Monte . Cuatro de ellas venían del sector textil y de los cuidados y la quinta era la alcalde de Luyego en aquel entonces, además de enfermera en el centro de salud.

Cuando nadie hablaba de economía circular, estas mujeres pusieron en marcha un proyecto que era exactamente eso. Del Monte de Tabuyo, una comunidad de bienes con la que superaron las trabas de ser cooperativa, su verdadera vocación, empezó con mermeladas y conservas con productos de la zona, a partir de una pequeña explotación de frambuesas. Con el tiempo abrieron un restaurante que también es un referente en la gastronomía micológica.

Hace unos días recibieron en Madrid un reconocimiento que es el broche a su historia. El Instituto de las Mujeres, a través de la Escuela de Emprendedoras Juana Millán, les ha otorgado el premio Juana Emprendora 2023, como proyecto honorífico concedido por la escuela (sin candidatura «a las que son un referente». Un galardón que les han concedido «por hacer economía circular mucho antes de que conociéramos apenas el término, por perseverar en el amor a su pueblo, sus montes y su tierra, por transformar ese amor en exquisitos alimentos que podemos degustar en su restaurante o en su tienda. Por demostrar a lo largo de los años que es posible un medio rural vivo liderado por mujeres», como señaló Ana Lorenzo Vila, del equipo de Escuela de Emprendedoras en la gala celebrada en el Instituto de las Mujeres.

Claudia Ibáñez, María Jiménez y Judit Jiménez de ‘Nosotras Mujeres. Mirada al Bierzo’. L. DE LA MATA

Claudia Ibáñez, María Jiménez y Judit Jiménez de ‘Nosotras Mujeres. Mirada al Bierzo’. L. DE LA MATA

Las cinco emprendedoras leonesas dedicaron el premio a «nuestras madres, abuelas fueron las que mantuvieron vivos nuestros pueblos. Que han hecho que esta sociedad sea de esta manera y que ahora mismo tengamos las mujeres el protagonismo que tenemos».

Mujeres anónimas, cuyo nombre y apellidos han rescatado del olvido de forma colectiva, a través de un legado gastronómico y de valores de valentía y sostenimiento del territorio y también de manera individual. Mujeres como Tomasa, la abuela de Visi,m que vivió 106 años; Encarna, la madre de Carmina; Celodonia, la madre de Luci y la madre de Encarna, «todas ellas trabajaron en el monte pero sin nombre y apellidos», recalcó Marisa Rodríguez al recoger el galardón.

«El éxito para nosotras ha sido poner nombre a aquellas mujeres de Tabuyo del Monte que custodiaron nuestros montes maravillosos. Nuestro territorio rural, que mantuvieron vivo en épocas de guerras y emigración. Cuando ellos volvieron el pueblo estaba abierto, los mayores atendidos y los niños y las niñas también», agregó.

En un pueblo vivo
«Nuestro éxito es que Del Monte de Tabuyo sirva para que otras mujeres emprendan»

Una zona que, como destacó Rodríguez, forma parte del espacio Sipam Montañas de León como espacio de especial protección de producción de alimentos. . «Han sido sobre todo las mujeres, que no les parezca mal a los varones, las que han mantenido los pueblos abiertos; la masculinización de nuestro territorio los ha vaciado», resaltaron.

«Terminar con estos premios nos parece grandísimo porque se lo dedicamos a ellas, a todas las mujeres de la zona del Teleno», subrayó. Y es que las cinco de Tabuyo se están jubilando. Veinte años después de iniciar un proyecto pionero, ellas también son abuelas. Su legado quieren que sea el comedor Del Monte de Tabuyo siga abierto y buscan relevo.

«Agradecemos el premio Juana Millán porque a nosotras nos gustaría que esto pueda pasar a otras que quieran venir a nuestro pueblo», señalaron en la gala. «Es un pueblo con vida, con personas en activo, con recursos naturales, con servicios como la residencia de mayores, un pueblo con escuela», añadieron. «Esto es el éxito. Poder compartir r y que después de nosotras alguien pueda tomar el relevo».

El relevo que buscan «es una cuestión de vida, vida y vida y la vida pasa por conservar lo que quienes nos precedieron dejaron para nosotras. No podemos seguir destruyendo, no queremos placas solares, no queremos que todo lo ahora mismo hay para especular con un afán economicista», añadieron en un alegato frente a los macroproyectos solares y eólicos como los que amenazan la comarca de Maragatería. «El éxito es que esto sirva para que otras personas puedan emprender», concluyeron.

Del Monte de Tabuyo tiene una marca registrada, una cartera de clientes y un recetario enraizado en los productos de la tierra y en la tradición gastronómica que ellas han rescatado de sus abuelas o han creado de su propia inventiva y experiencia con maridajes entre sabores. 

Cierran un ciclo después de veinte años en los que han recibido varios reconocimientos y se han transformado en mujeres empoderadas que han llevado por el mundo, a través de programas de televisión, jornadas y otros eventos, el nombre del Teleno y el buen hacer culinario de León.

El premio supone un acompañamiento en la nueva etapa que Juana Millán, que da nombre a la Escuela de Emprendedoras del Instituto de las Mujeres, fue la primera mujer impresora de la historia en España. En el año 1537, en Zaragoza, dejó de ser «la hija de...», «la viuda de...», «la heredera de...» para convertirse en la primera mujer que utiliza su nombre propio para firmar como responsable de la impresión de un libro de un libro en la imprenta que dirige tras fallecer su marido.

Esta escuela ofrece formación, acompañamiento y espacios de encuentro y apoyo mutuo para mujeres que desean poner en marcha o consolidar proyectos empresariales, tanto individuales como en colectivo, pero siempre en contacto con otras. Además del Premio Juana Inspiradora, en la segunda edición de estos galardones se entregaron recientemente los premios Juana Novel, a la cooperativa Oficina Agroecológica de La Palma, fundada por Raquel López Galván, Nayra Lorenzo Díaz y Cristina López Galván, por asentar población en un territorio periférico e insular, mejorar la alimentación y apostar por la economía social y solidaria.

El premio Juana Veterana recayó sobre Naturcup, de Ana María González y Adela Torralba Muñoz, la empresa pionera que hace veinte años empezó la fabricación a escala industrial de copas menstruales, «un producto de higiene femenino que ha revolucionado la forma de relacionarse las mujeres con la menstruación».

El proyecto gallego Outonía de Paula Carrera, Tania Sánchez Gómez y Araceli Macías Garcías se alzó con el galardón de Juana Heroica, por «por crecer y hacer posible pueblos vivos, dinámicos y plenos de oportunidades para quienes tienen el deseo habitarlos, por ser esa hierba que crece y anuncia vida, por desafiar los retos del presente, escuchando los ritmos de la naturaleza, las necesidades de las personas, las realidades de los territorios más invisibles y también las claves de la economía social y solidaria».

Entre las finalistas con Nombre Propio hay otros dos proyectos vinculados a la provincia leonesa, Nosotras Mujeres. Mirada al Bierzo por visibilizar y sensibilizar sobre situaciones de discriminación y violencia de género que sufren las mujeres, especialmente en el medio rural, y el periódico digital Pueblos, hecho por periodistas, en su mayoría mujeres,, que cuentan lo que pasa en y desde sus territorios rurales. 

«Queremos celebrar los éxitos de mujeres que estáis poniendo en marcha proyectos con valores, de economía social y solidaria, feministas y que apuestan por lo colectivo», señalaron las responsables de la Escuela de Emprendedoras Juana Millán.  

Ana Varela Mateos, directora del Instituto de las Mujeres, destacó el valor de los proyectos liderados por mujeres para integrarse en un sistema emprendedor «androcéntrico, excesivamente individualista, competitivo y centrado en el enriquecimiento monetario rápido y en ocasiones agresivo con las mujeres».

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