Diario de León

Neil Adam Gershenfel: «El Fab Lab ayuda a encontrar un nuevo futuro para León»

- Neil Gershenfel, el creador de los Fab Lab en 2001 en Boston, participa en León en el encuentro de instructores. «Amamos este laboratorio», ha dicho sobre el Fab Lab León al que ve como una pieza clave en el futuro de León y sus jóvenes. 

León

Creado:

Actualizado:

Neil Adam Gershenfel era un joven profesor de Física del MIT (Massachusetts Institute of Technology) cuando a principios del siglo XXI lanzó un curso con el título ‘How to Make Almost Anything’ (Cómo hacer casi todo). Así nació el primer Fab Lab en Boston. 

Dos décadas después hay 2.700 laboratorios de este tipo en todo el mundo que trabajan en red bajo las pautas de este gurú. León es uno de los setenta que funcionan en España, el segundo en crearse, en 2011, después de que la iniciativa prendiera en Barcelona, según explica una de sus fundadoras, Nuria Robles.

Esta semana el Fab Lab de León es el centro de atención de todos los laboratorios hermanos del mundo. Es el punto de encuentro de una treintena de instructores  procedentes de Japón, México, Perú, Finlandia, Armenia, Reino Unido... y ciudades españolas como Barcelona, Vigo, Cartagena, Madrid y Cuenca que impartirán el próximo curso de Fab Academy.

Neil Gershenfeld
«De muchas maneras diferentes, el laboratorio de León es muy importante»

Neil Gershenfel, que sigue como profesor y es director del Centro de Bits y Átomos del MIT,  es la estrella del bootcamp que toma el relevo al celebrado el año pasado en Amsterdam. Un hecho al que le da un significado pequeño y grande a la vez. «El pequeño es que amamos este laboratorio», ha respondido a preguntas de Diario de León. «El laboratorio de León es uno de los más activos», señaló. 

Gershenfel destaca el hecho de que Fab Lab León participa tanto el Fab Academy como en el Fab All In, los programas formativos de futuros instructores y los que incluyen a todas las personas, con especial énfasis en atraer niñas al campo de la tecnología y al mundo maker.

«De muchas maneras diferentes, el laboratorio de León es muy importante», subraya. «Es simplemente un gran laboratorio para albergar el bootcamp para instructores. Es un laboratorio muy ocupado y productivo en el que nos gusta estar.», añade.

El significado «grande» del Fab Lab en una ciudad pequeña como la capital leonesa «es que León ha facilitado tener este laboratorio» mientras «está luchando» con obstáculos como «la desaparición de la minería, la agricultura en declive y muchos jóvenes que quieren irse de la ciudad a buscar otras oportunidades».

En este contexto, el Fab Lab es una puerta abierta a un «nuevo futuro». «Fab Lab León apunta hacia un futuro en el que no necesitas un trabajo para tener dinero para comprar cosas, donde puedes fabricar productos que no vienen de lejos, donde generas menos basura y no necesitas irte en busca de estimulación, participación y conexión global sino que puedes hacer todo eso localmente. Puedes pensar a nivel global y fabricar a nivel local», explica. Neil Gershenfel señala que «la implicación más grande» del laboratorio en la capital leonesa «es ayudar a encontrar un nuevo futuro para León. Eso es perfecto».

Los instructores que se reúnen en León desde el 8 al 18 de enero ponen en común buenas prácticas para que el curso que empieza a finales de enero en todos los Fab Lab «se dé con el mayor éxito posible», señala Nuria Robles». 

El laboratorio de León tiene una proyección que va más allá de la provincia. De hecho, «la mayoría de los Fab Lab de España se han formado desde León». Celebrar el bootcamp en la sede leonesa «tiene un significado muy especial» porque «casi todos los instructores son alumnos de nuestro programa de Fab Academy, que llevamos impartiendo desde 2012», añade.

El creador de los Fab Lab dedicó la mañana de este martes a supervisar los trabajos de investigación propuestos con una máquina fresadora de alta precisión, con  la que se fabrican placas para hacer circuitos electrónicos, un escáner 3D y una impresora de resina de alta resolución.

El Fab Academy es un posgrado internacional que se imparte en algunos Fab Labs como es el de León. Está basado en el popular curso de prototipado del MIT, ‘Cómo hacer (casi) cualquier cosa’. Se trata de una formación intensiva de seis meses de duración en la que los alumnos adquieren los conocimientos necesarios para desenvolverse en un laboratorio de fabricación digital. 

«Nosotros hemos comprado esa máquina de alta resolución de resina para que instructores que no la tienen, la puedan ver trabajando, igual que nosotros el año pasado lo vimos en Amsterdam», explica Robles. 

Con una impresora 3D, un ploter para hacer pegatinas, una cortadora láser para hacer cosas pequeñas con gran precisión, una fresadora de gran formato y otra fresadora de gran precisión empezó la aventura de hacer «casi cualquier cosa» hace casi 23 años. «Con la fresadora de gran precisión se hacen placas electrónicas con la que puedes crear la inteligencia que se necesite para hacer casi cualquier cosa», recalca Nuria Robles.

Cuando el profesor de Física presentó aquel laboratorio, el interés en diferentes partes del mundo motivó a replicar los Fab Lab. En aquellos tiempos no se sabía nada de inteligencia artificial, que el ChatGPT ha revolucionado. Y los Fab Lab forman parte de ella con su labor a nivel local desde un pensamiento global.

Una de las señas de identidad del laboratorio de León es su programa de ‘extraescolares’. Cuando vieron que el público adulto, al que inicialmente dirigieron sus esfuerzos, era muy limitado hicieron un cambio de rumbo hacia la población infantil y juvenil. «Construimos un programa formativo que está basado en el programa de Fab Academy donde los alumnos aprenden píldoras de tecnología a través de proyectos pequeños», apunta Robles.

Es la «academia de pequeños inventores» en la que el alumnado se prepara en electrónica, diseño, programación, diseñar para fabricar en 3D y para fabricar con una cortadora láser. Actualmente estrenan el cuarto nivel (ya hay jóvenes makers en el siete) de este programa que «son capaces de incorporar en un proyecto final aplicando todas estas tecnologías».

Un dispositivo que puede detectar cuándo una planta necesita agua y que dibuja una sonrisa al regarla es tan solo un ejemplo de las cosas que salen a diario del Fab Lab. «Cuando una persona hace un proyecto y lo considera como propio está más entusiasmado», apunta sobre el impacto de los proyectos.

La tecnología no es sólo la base de procesos complejos, sino forma parte de la vida cotidiana. «Nuestro cometido es que cuando lleguen a la edad adulta ellos sepan cómo utilizar esa tecnología, con independencia de que se dediquen a otra cosa o quieran ayudar a gente invidente a mejorar su calidad de vida», comenta Robles.

Neil Gershenfeld mantuvo por la tarde un encuentro con los alumnos y alumnas más jóvenes del Fab Lab en una animada clase magistral con participación activa de los jóvenes makers. 

Los encuentros de instructores se celebran desde 2020 de forma anual. Para este encuentro de 2024 León competía con Lima (Perú). Los 29 instructores que participan de diferentes partes del mundo aprovecharán también para conocer la ciudad y la provincia. 

tracking