Diario de León

Una mujer de 73 años viaja de Madrid a Las Vegas para casarse y era una estafa

Anillos de boda. FRANCIS R. MALASIG

Publicado por
Doménico Chiappe (Colpisa)
Madrid

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Llegó al aeropuerto de Barajas con la ilusión de la novia que va al altar. Ella, a sus 73 años, había viajado desde América para contraer nupcias con el cantante Luis Miguel. Llevaba un año intercambiando mensajes e imágenes en Whatsapp y el chat de Google. A mediodía llegó su avión. Al salir no estaba el mexicano esperándola. Se había excusado: estaba muy enfermo, en un hospital. Pero le enviaría a su chófer, apellidado Sánchez. Ella tampoco le encontró en la terminal. Pidió el teléfono prestado a su compañero de asiento. Nadie contestó. Esperó. «Ahí es cuando el mundo se me vino a los pies», recuerda Sandy Somarriba, empresaria en Centroamérica, traductora para migrantes en temas legales y sanitarios en Estados Unidos y ahora pensionista. «A mí me gusta Luis Miguel y su música. En Facebook me salió un mensaje con su foto que decía: ¿quieres chatear conmigo? Y yo empecé». l supuesto Luis Miguel le pidió que comprara una «tarjeta de fan» por 500 dólares (unos 450 euros) que era imprescindible para hablar en privado. "Así comenzó la cosa", dice en un hostal de Brunete (Madrid) donde pasa los días sin dinero a la espera de que salga su vuelo de regreso a Las Vegas, donde vive. Todavía hoy se lamenta que la tarjeta nunca le llegara. Aquel primer pago se demoró. Pero una vez que el timador venció sus resquemores iniciales, le sustrajo unos 10.000 dólares en diez meses, calcula ella, que incluso vendió una joya por 750 euros para dárselos. "Tonterías he cometido a miles. La gente no puede comprender cómo caí en esto. Yo lo veía venir pero no quería escuchar". Los engaños eran diversos. Desde pagar la aduana de una caja inexistente hasta adelantarle el dinero de un cheque falso que él depositó en la cuenta de ella.

"Buenas noches, soy Luis Miguel (.) ¿Cómo estás?", comenzaba el estafador que cambió de teléfono al menos siete veces. Muy pronto pasaron de las conversaciones entre una admiradora y su ídolo al enamoramiento, al erotismo, al compromiso matrimonial. Supuestamente. Una transformación fraguada en miles y miles de palabras de chat y fotografías. Él incluso le enviaba su miembro viril en erección, recuerda ella, nacida en Nicaragua. "Me escribió cosas que me llegaban al corazón", dice. "Una vez me dijo que el universo se había confabulado para que nos encontráramos".

Amor y cuentas bancarias Ella le respondía con mensajes de amor y 'stickers' románticos mezclados con su documento de identidad, números de cuenta, claves de correos electrónicos, estados bancarios y resguardos de envíos de cientos de dólares por Western Union o criptomonedas a distintos destinatarios. Por ejemplo, un "asistente" en Ecuador. Bautizó al falso Luis Miguel como 'great love' en sus chats. "Todo el mundo tiene el deseo de que lo amen", reflexiona ahora. "Suena un poco estúpido porque él es un cantante muy famoso. Pero pasa. Matt Damon se casó con una persona completamente desconocida".

El tahúr prometía un encuentro, ponía fecha, empezaba la cuenta atrás y luego anulaba la cita. Le reprochaba que ella se desconectara. "Sabes que soy un hombre celoso, pero no dudaré de ti", la tranquiliza. Son, en realidad, conversaciones monótonas, repetitivas, salpicadas de favores monetarios que él pedía y ella cumplía. "Poco a poco le mandaba 100 o 200 dólares para ayudarle a pagar. Él se justificaba diciendo que el banco le tenía bloqueado porque era una cuenta de negocios, no personal". Fuera de la fantasía, los estafadores se turnaban. Algunos ni siquiera sabían hablar español, sólo inglés. En febrero Sandy decidió viajar a España al encuentro del Luis Miguel 'fake'. En el enamoramiento necesario para el timo, él le preguntó: "¿Tú estarías dispuesta a venirte a España para estar conmigo? Y yo le dije que sí. Me dijo que tenía todo listo para casarnos".

En España denunció al otro Luis Miguel a la Policía Nacional en la terminal 4 de Barajas y pidió ayuda a los servicios sociales hasta que un antiguo jefe le compró el billete de avión de regreso, el miércoles de esta semana. El estafador le sigue escribiendo y llamando. "Yo le sigo la corriente y le digo que ya no soy una mujer confiada, que ver para creer". Volverá a casa de una prima. "Yo no tengo más dinero. Todo se lo di. Pero lo que más me duele es mi corazón destrozado, hecho trizas"..

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