Una 'Anfibia' se cobija en La Fontana
La artista cubana Ana Beatriz Pérez invita a bailar con ella este miércoles a las 18.00 horas en el centro de protección internacional de San Juan de Dios en Armunia
'Anfibia’ es una mujer capaz de adaptarse a cualquier medio y sobrevivir. Una metáfora que refleja el periplo migratorio de la bailarina Ana Beatriz Pérez, Betty, (La Habana. 1972), a la vez que deja constancia del cambio trascendente que vive en su cuerpo, a punto de cumplir los 52 años. En ‘Anfibia’ se vieron reflejadas muchas de las personas que acudieron a su preestreno en el ensayo abierto que tuvo lugar este martes en el teatro de La Fontana, sede del programa de Protección Internacional (PPI) de San Juan de Dios, en Armunia. El solo de danza, creado bajo la dirección artística de Ana Vallés, «habla de un viaje en lo que importa mucho lo que te encuentras en el territorio», explicó Betty, quien llegó a ser primera bailarina de danza contemporánea en Cuba. «Esta es ahora mi residencia», dijo la artista, que compagina la docencia de la danza con la creación. ‘Anfibia’ es el primer programa de Refugio Creativo de las residencias artísticas Ana Mendieta del Programa de Protección Internacional San Juan de Dios.
«Estáis en un lugar de acogida y la pieza quiere dar esa sensación de adaptarse a lo que venga», señaló la bailarina. Un proceso en el que «en el que importan las ayudas, el cariño y lo que encuentres en el territorio». «Lo he vivido desde La Habana a La Coruña», confesó, para asentar una idea clave: «Ir adaptándose no es domesticarse». Como en la danza, que dibuja relieves con el cuerpo siguiendo la ‘partitura’ de la coreografía, pero dejando «grietas» abiertas a la espontaneidad del momento. «Es difícil salir del país, venir a otro lugar que no conocemos», señaló una mujer desde el público, también cubana.
Esta tarde, a las 18.00 horas, el teatro de La Fontana ofrece la posibilidad de danzar a las personas refugiadas y a todas aquellas que quieran compartir el escenario con Ana Beatriz Pérez. Participar en la vida cultural «es muy difícil» para las personas en situación de refugio, señaló Ánxela Blanco, dinamizadora sociocomunitaria del PPI. El Refugio Creativo busca romper esta barrera y hacerlo en el corazón de un barrio como Armunia. De hecho, el proyecto surgió durante una visita al Musac con personas refugiadas y residentes del barrio que, en muchos casos, no habían vivido la experiencia de visitar un museo.
En La Fontana viven actualmente 76 personas llegadas desde otros países por conflictos, políticos o económicos o por persecución debido a su orientación sexual. En 2023 el PPI acompañó a 279 personas en acogida y 87 en autonomía. El programa Refugio Creativo participó en las 16 Jornadas de Inclusión de las Artes Escénicas del Inaem en Tarragona.