Diario de León

OBITUARIO

Francisco Martínez de la Torre, un leonés caritativo y emprendedor

A partir de 1994, Francisco dedicó su vida a servir a los demás como presidente de la Sociedad de San Vicente de Paúl en León

Francisco Martínez, en 2004, al inaugurar Calor y Café. JESÚS F. SALVADORES

Publicado por
Josefina Herrero
León

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Francisco Martínez de la Torre falleció el miércoles 8 de enero de 2025, dejando tras de sí un legado de compromiso, generosidad y fe inquebrantable.

Francisco (Paco) comenzó su destacada trayectoria profesional en la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de León un día como ayer, casualidades del destino, en el año 1950, carrera ejemplar que se extendió hasta el 30 de septiembre de 1989, época en la que ya se convirtió en uno de los pioneros del sistema informático de la entidad bancaria. Durante casi cuatro décadas, desempeñó con dedicación cargos de gran relevancia en la institución, ganándose el respeto y la admiración de quienes tuvieron el privilegio de trabajar junto a él.

A partir de 1994, Francisco dedicó su vida a servir a los demás como presidente de la Sociedad de San Vicente de Paúl en León. Bajo su liderazgo, se inauguraron obras significativas que reflejaron su profundo carisma vicenciano.

En 1996, impulsó la apertura de la Casa Hogar San Vicente de Paúl, un refugio para aquellos que más sufrían el frío de las noches de León, en 2004, vio materializarse uno de sus últimos sueños: el Centro de Acogida Nocturna Calor y Café, que continúa brindando apoyo a todas aquellas personas que a él se acercan pidiendo ayuda. Precisamente hace pocas semanas celebramos el 20 aniversario.

Hombre de profunda fe, Francisco vivió plenamente el espíritu vicenciano, llevando consuelo, esperanza y ayuda concreta a quienes lo rodeaban. Su ejemplo de vida permanece como un testimonio vivo de amor al prójimo y compromiso con los más necesitados.

Francisco deja tras de sí una huella imborrable en su familia, amigos y en la comunidad a la que dedicó su vida. Su legado perdurará en las obras que fundó y en los corazones de quienes lo conocieron.

Fue mi maestro en el verdadero sentido de la palabra. Tuve el privilegio de aprender de su sabiduría, su humanidad y su compromiso inquebrantable con los valores vicencianos. Doy gracias a sus enseñanzas porque hoy más que nunca sigo su legado con humildad y determinación, procurando mantener viva la llama de ayuda y esperanza que él encendió en tantas vidas.

Francisco iba a cumplir 94 años el 29 de enero. Este viernes le despedimos a las 12.30 horas en la iglesia parroquial de San Claudio.

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