Diario de León

500 AÑOS DE UNA HISTORIA DE SUPERACIÓN

Un leonés en la vuelta al mundo maldita

Tomás Mazón rescata en un libro el épico viaje que avistó el cabo de Hornos pero no logró su fin: conquistar las islas Molucas, la meca de las especias

Litografía del s. XIX que representa la salida de la expedición de Loaysa desde La Coruña, del Museo Naval de Madrid. DL

Ana Gaitero
León

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Clavo, pimienta, canela y nuez moscada. Las preciadas especias de las islas Molucas (al sur de Filipinas) eran el objetivo del segundo viaje marítimo que, hace 500 años, salió de La Coruña siguiendo el camino trazado cinco años atrás por Magallanes.

Siete naves y 450 hombres se echaron a la mar en pleno verano en el hemisferio norte. Era 24 de julio. Entre los experimentados marineros se encontraban Juan Sebastián Elcano, el artífice de la primera circunnavegación tras morir Magallanes en Filipinas, o Andrés de Urdaneta, que acabaría siendo uno de los mejores marinos de la historia.

Todo iba viento en popa hasta que llegaron al Estrecho de Magallanes, el canal natural que comunica el océano Atlántico con el bautizado como Pacífico por los primeros exploradores. El temporal arrastró a la nao San Lesmes, capitaneada por Francisco de Hoces, hasta un punto donde a los atribulados marinos «les pareció ver acabamiento de tierra», cuenta Tomás Mazón, autor del libro «La vuelta al mundo maldita».

Este ingeniero técnico de obras públicas, que se lanzó a la investigación histórica con la hazaña de Juan Sebastián Elcano, descubrió en esta fallida segunda vuelta al mundo la épica «de las historias de superación» de un nutrido grupo de marineros españoles que no desfallecieron ante las circunstancias más adversas, aunque la mayoría perecieron en el intento, incluido el único leonés, Juan de León, cuyo rastro se perdió con el de la nao Anunciada en la entrada del estrecho.

La expedición Loaysa, conocida así por el apellido de su capitán general, García Jofré de Loaysa, reputado marinero de la orden de San Juan nombrado por Carlos I, quedó lejos de ser un éxito. «A nivel geográfico no aportó mucho y la expedición fracasó», señala Mazón. Tan solo cuatro de las siete naves lograron cruzar el estrecho de Magallanes, solo una llegó a su destino, la Santa María la Victoria, la ‘Capitana’, en la que iban Loaysa y Elcano. Ninguna regresó a España.

Al llegar a las islas Molucas, los portugueses, con quienes se habían encontrado a la altura de Sierra Leona, plantaron cara y cañones a los españoles que iban con el encargo regio de establecer una gobernación de la corona española en la Especiería. Los marineros españoles e quedaron atrapados en una guerra sin fin a la que Hernán Cortés envió desde México una expedición de refuerzo, que tampoco tuvo éxito. «No fueron capaces de cruzar el Pacífico», comenta el autor.

Doce años después fueron repatriados por Portugal los nueve marinos supervivientes. Los españoles se mantuvieron en pie de guerra hasta incluso después de que Carlos I vendiera la isla a su enemigo. No se enteraron y cuando lo supieron no lo creyeron.

Tomás Mazón presenta su libro este viernes en León en el ciclo ‘Travesías de la Mar Océana’ que organiza la asociación leonesa Héroes de Cavite. Bajo el título «500 años de la expedición de Loaysa», Mazón desvelará las claves de un viaje que fue la continuación natural de la primera vuelta al mundo y que, con la pericia de Andrés de Urdaneta, aportó «detalles magníficos, muy ricos y vivos de la navegación en el Estrecho de Magallanes y de los encuentros con los indígenas, a los que llamaban gigantes ‘patagones’», tal y como bautizó Magallanes y como relata Antonio de Pigafeta en la crónica histórica de la primera expedición.

«La climatología fue muy adversa. Se enfrentaron a tormentas y, sin embargo, su decisión fue perseverar en la exploración del Estrecho»Tomás Mazón

«Tuvieron mala suerte, la climatología les resultó muy adversa» en el Estrecho de Magallanes a donde llegaron cuando se acababa el verano y empezaba el invierno austral, «pero su decisión fue perseverar en la exploración».

Tuvieron mala suerte hasta con la historia. Los marinos capitaneados por Francisco de Hoces vieron «el acabamiento de la tierra» desde la nao San Lesmes al ser arrastrados por el temporal. Era el Cabo de Hornos, pero el paso acabaría bautizado con un nombre anglosajón que «ni siquiera pasó por allí».

«El paso Drake debería llamarse paso de Hoces o Mar de Hoces» y así se está reclamando desde algunos sectores de España y América del Sur, apostilla Mazón.

Tan mala suerte que Loaysa y Elcano murieron en la travesía del Pacífico «enfermos en mitad del océano», aunque «los que vienen detrás lo hacen muy bien».

Tomás Mazón inició su periplo por estas navegaciones históricas en 2017 cuando empezó a escribir su libro ‘Elcano, viaje a la historia’. «Al conocer que existía el derrotero original tuve curiosidad por ver con qué precisión lo hicieron. Me dejaron sorprendido y atrapado». Para esta nueva obra ha consultado nueve archivos históricos.

Tomás Mazón, autor de 'La vuelta al mundo maldita'

Tomás Mazón, autor de 'La vuelta al mundo maldita'DL

Las siete naves se construyeron para el viaje maldito entre Portugalete y La Coruña, donde se había instalado la casa de contratación del comercio de especias. «Este año se cumplen 500 años de su partida y es un buen año para conmemorar su esfuerzo». Medio milenio hay entre la expedición de aquellos aguerridos marinos y la del buque escuela Juan Sebastián Elcano con la princesa Leonor como guardamarina, una más entre los 176 tripulantes (mientras no pise tierra).

Su carta de navegación no tiene a las islas Molucas como destino, pero el buque escuela realizará el mismo recorrido hasta cruzar el Estrecho de Magallanes. «La princesa, a la que no le tengo que dar ningún consejo, hará lo que tenga que hacer para que se recuerde a los marinos españoles que se atrevieron a pasar por allí», subraya Tomás Mazón.

La primera conferencia del ciclo Travesías de la Mar Océana es este viernes 17 de enero a las 19.30 horas en la calle Juan Madrazo, 5 (Bendita Locura Producciones). En la charla abundará en la biografía de García de Jofré Loaysa, el capitán general de la expedición maldita, cuyo origen sitúa en Plasencia y no en Ciudad Real, y que tenía una acreditada experiencia en la guerra en el Mediterráneo en la lucha contra los otomanos, habiendo sido embajador ante el Gran Turco. 

Las conferencias se prosiguen en los dos siguientes viernes de enero. ‘El galeón, un barco español’ de Guillermo Nicieza es la siguiente (24 de enero. 19.00 horas) y cierra el ciclo Rafa Codes con ‘Hispanae Memento. Navegación española del Pacífico’ (31 de enero. 19.00 horas). Todas en la misma 'nao' (Juan Madrazo, 5).

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