Centrales eléctricas

La importancia generadora de energía eléctrica de Los Arribes se pone de manifiesto en que su producción representa el 25 % del total de la energía hidroeléctrica nacional, así como el 85 % de la producida en Castilla y León. La construcción de grandes presas comenzó con el embalse del Esla o de Ricobayo (1936) y aunque está aguas arriba de Los Arribes forma parte de lo que se ha denominado Sistema Duero de aprovechamiento hidroeléctrico. El Duero recibe a lo largo del recorrido por la línea divisoria de Zamora y Salamanca con Portugal las aguas del Tormes y del Águeda y, entre ellos, del Huebra, Camaces y Uces. Villarino es la primera central española situada en Los Arribes pero no toma las aguas del Duero sino del embalse de la Almendra que se encuentra en el Tormes a más de 15 kilómetros de distancia. Para ello se construyó un túnel de 7,5 m. de diámetro que une embalse y central aprovechando un salto de más de 400 metros. Treinta kilómetros aguas abajo, en el sector más abrupto del Duero, se construyó entre 1952-1962 la central de Aldeadávila, la segunda más grande de España, que produce anualmente alrededor de 2.000 millones de Kw./h. Las instalaciones se completaron en 1986 con la puesta en marcha de Aldeadávila II. Antes de abandonar suelo español el Duero rinde un último servicio con la presencia de la Central de Saucelle I (1956) completada con Saucelle II (1989) la más reciente de las centrales de Los Arribes.