Atos Prime, un puro urbanita que se defiende en la carretera

Agradable de conducir, con una discreta habitabilidad y también una discreta estética que bebe en las fuentes de los monovolúmenes, aunque sin mayores concesiones a sus trazos, el Atos Prime (así se denominan ahora todas las versiones de la gama) comienza a situar a los coreanos de Hyundai en un plano de acercamiento con referencia a sus enemigos naturales de sello europeo. La curiosidad: el Atos Prime se construye en una nueva factoría que la marca acaba de inaugurar en India. Es verdad que la plataforma, y la estructura, del nuevo Atos se basan en las del antecesor, aunque no es menos cierto que el renovado Atos adopta refuerzos y utiliza materiales (aceros de más resistentes) de última generación, a la vez que dispone también de zonas de deformación programadas, además de unas barras de protección lateral más sólidas. Es decir, que nuestro protagonista tampoco ha descuidado los aspectos de seguridad pasiva inherentes a un modelo de última hornada. La consecuencia de estas aplicaciones es un crecimiento de las cotas del Atos en siete centímetros si se habla de su longitud y en otros 3 si se habla de la anchura. En contraposición, ha «menguado» dos centímetros y medio en su altura debido a la monta de neumáticos de menor perfil (60 en llantas de 13 pulgadas). Cambios más profundos Por aquello de cambiar algo más que el nombre, un poco la estética y un mucho -ya se ha dicho- sus condiciones de seguridad, el Prime revisa también al alza su mecánica: 1,1 litros en lugar de los 999 c.c. anteriores... con idénticos 59 caballos de potencia aunque, eso sí, con un incremento del par que alcanza ahora los 9 metros kilo (8,4 anteriores) a menos vueltas (2.850 en lugar de las 3.200 anteriores). La consecuencia práctica, como el lector ya habrá supuesto, es una mejor «sensación» al volante. No sólo por la mejor entrega de potencia, también porque se ha mejorado la caja manual de 5 velocidades que, con todo, sigue «ofreciendo» alguna que otra sensación bronca en el caso de que el conductor se deje llevar por veleidades que nada tienen que ver con la conducción de un puro urbanita... como es el caso. Por cierto. Esa modificación de la caja de cambios ofrece la ventaja de poder rodar en ciudad, terreno abonado para el Atos, en marchas largas con lo que ello supone de reducción en unos consumos ya de por sí ajustados: 6,3 litros de media, lo que nos permitirá recorrer en torno a los quinientos kilómetros sin visitar el surtidor. En suma, una compra interesante si de lo que se trata es de adquirir un puro utilitario, sin demasiadas concesiones a la ergonomía y con un equipamiento realmente justito. Eso sí, los 220 litros de capacidad total de maletero, ampliables a 890 si se abaten los respaldos traseros, resultan ciertamente interesantes para sus medidas generales.