Los cambios bruscos en el tiempo influyen en nuestra salud

Los cambios meteorológicos afectan a buen número de personas, en especial a quienes padecen ciertas enfermedades crónicas (artritis, artrosis) que antes de que se manifieste el cambio de tiempo comienzan a apreciar efectos en sus articulaciones, las notan más inflamadas y sienten dolor. Y es que el tiempo influye hasta límites insospechados. Numerosos estudios han demostrado que determinadas condiciones meteorológicas aumentan las urgencias por infartos, embolias, tentativas de suicidio, comportamientos criminales y accidentes de tráfico. Los golpes de calor en verano provocan un aumento de las patologías vasculares (infartos, embolias cerebrales) y los científicos han podido constatar que cuando las temperaturas superan los 38ºC aumentan las posibilidades de morir de un infarto. Las patologías reumáticas son unos de los mejores bioindicadores que existen, aunque sigue sin conocerse la causa real y el mecanismo por el que los cambios de tiempo afectan a estos enfermos. Otro aspecto que parece probado es que algunos trastornos psiquiátricos se agudizan en ciertas épocas del año. Así, los suicidios consumados y las tentativas alcanzan su máximo en primavera, mientras que en las mujeres aumentan en otoño, en primavera y al comienzo del verano. Las crisis maníacas se disparan en otoño y los primeros días del estío. Según un reciente estudio, los actos criminales alcanzan su punto álgido al final del verano, y el más bajo en primavera. De julio a septiembre hay un mayor porcentaje de actos violentos, que se reduce al mínimo entre febrero y abril.