Charisteas celebra el gol, a sabiendas de que un solo tanto le basta a su equipo para ganar un partido. Como hicieron con los checos y franceses.
Los portugueses no ocultaron la gran decepción sufrida al perder la Eurocopa en casa.
La férrea defensa griega ahogó a los portugueses. Ronaldo se vio rodeado siempre de rivales.
La presión griega ahogó la creatividad de Deco, que no pudo aportar la calidad que atesora.
Seitaridis la ganó la partida a Cristiano Ronaldo y se ha convertido en el jugador griego más valorado.
Zagorakis besa a Nikopolidis cuando ya veían de cerca el triunfo. El compromiso y la humildad fueron dos de las principales virutdes del combinado heleno.
Figo vivió su noche más amarga, perdiendo el partido más importante de su carrera en casa y con el feo gesto de un espontáneo que le lanzó una bandera del Barça.
Scolari recibe el consuelo de un feliz Rehhagel, que se ha convertido en el mayor vencedor de la Eurocopa.
El golpe para Portugal ha sido grande. Postiga se retira cabizbajo mientras los confetti indican el título griego.
Los jugadores griegos celebraron eufóricos la victoria con sus aficionados desplazados en Lisboa.