El joven Sergio Galán fue al final el único que consiguió cortar dos orejas, una a cada uno de sus astados
La actuación más vibrante de la tarde corrió a cargo del navarro Pablo Hermoso de Mendoza. Clavó los rejones de castigo con Curro, que trató de encelar la embestida del que hacía segundo.
La plaza era un clamor cuando Hermoso de Mendoza cogió el rejón de muerte, y aplaudió a rabiar cuando el acero entró por completo en el cuerpo del toro.
Fermín Bohórquez anduvo también mal con los aceros, y perdió la puerta grande al fallar en la muerte del primero de la tarde.
Imagen típica de una completa tarde de toros, acompañada por un buen puro.
La última de las Tertulias Taurinas de León contó con la dirección del más prestigioso crítico taurino del país, Manolo Molés, y los comentarios y la colaboración de Antoñete y David Montero.
Los tres rejoneadores se llevaron su peso, 71 kilos, en vino de la tierra. Se lo entregó Marco Antonio Herrero, de Bodegas Vinos de León, quien hizo extensivo el regalo a Fermín Bohorquez (87 kilos) y Pablo Hermoso de Mendoza (67).