«Es un gran reconocimiento para las mujeres africanas»

La keniana Wangari Maathai, premiada ayer con el Nobel de la Paz 2004, dijo que el galardón «es un gran reconocimiento, especialmente para todas las mujeres africanas». «Me siento eufórica y casi desbordada por este reconocimiento, pero también sé que es nuestro maravilloso país el que está siendo reconocido, y todos los kenianos que han luchado por él», dijo Maathai tras reunirse con el presidente keniano, Mwai Kibaki, que la recibió en la casa de gobierno para felicitarla. «Este es un premio que honra a todos los activistas a favor del medio ambiente en el mundo y que trabajamos por una gestión de los recursos sostenibles porque sabemos que sólo así podemos prevenir los conflictos», añadió Maathai en su primera comparecencia pública tras el anuncio de que había sido galardonada con el Nobel. El presidente keniano resaltó que «Maathai ha contribuido a que se planten millones de árboles» y mostró su esperanza de que el premio «contribuya a que ello (plantar árboles) se convierta en un compromiso de todos los kenianos». «Ninguna otra mujer africana había recibido hasta hoy este premio, para Kenia es una alegría y estamos con ganas de celebración», dijo un sonriente Kibaki. Lágrimas de alegría «El movimiento entero está dando saltos y llorando de felicidad», dijo por teléfono Wangira Maathai, hija de la premiada y coordinadora de la organización. «Estamos como locos porque no nos lo esperábamos», agregó. «Este es un enorme reconocimiento para toda la gente que ha luchado con nosotros, personas que han sido golpeadas por la policía por su lucha y su protesta», señaló. Maathai recibe el premio por su contribución al desarrollo sostenible, la democracia y la paz, según la explicación del Comité.