HIROSHIMA, LAS HUELLAS DE LA BOMBA ATÓMICA
La tripulación del «Enola Gay», el B-29 que despegó desde las islas Marianas para lanzar la bomba sobre Hiroshima.
La imagen muestra la destrucción causada en la ciudad de Hiroshima desde el hospital de la Cruz Roja, localizado a unos dos kilómetros de donde detonó la bomba.
Adolescente con graves quemaduras, víctima de la explosión. La chica formaba parte de un grupo juvenil de trabajo cuando estalló la bomba.
La piel de una víctima, con quemaduras en forma de crucigrama. Los dibujos negros del quimono absorbieron y radiaron el intenso calor de la explosión, dejando quemaduras con su forma en su espalda.
Muchos de los sobrevivientes fueron trasladados a centros de evacuación de emergencia en una isla situada a cuatro kilómetros de la ciudad.
Hiroshima, tres años después del lanzamiento de la bomba. Más de la mitad de la población de esa ciudad murió como consecuencia de la explosión.
El general estadounidense Douglas MacArthur (derecha) durante la ceremonia oficial de la rendición de Japón, en Tokio, el 2 de septiembre de 1945.
Unos niños taiwaneses contemplan la Cúpula de la Bomba Atómica en el parque conmemorativo de la Paz en Hiroshima, al oeste de Japón.
La Puerta de la Paz, una serie de diez arcos completada para las ceremonias del 60 aniversario de la tragedia.
Un grupo de monjes budistas japoneses reza ante el cenotafio dedicado a las víctimas de la bomba, en el parque conmemorativo de la Paz en Hiroshima, al oeste de Japón.
Un grupo de estudiantes japoneses de kárate también reza ante el cenotafio.
