El «Informe Donaldson» plantea los límites éticos de la técnica

En 1998 se publicó el Informe Donaldson en el Reino Unido, en el que una comisión de expertos en clonación analizaba las limitaciones éticas de esta técnica y de forma subsiguiente de las células madre (ya que con la clonación lo que se obtiene es un número mayor de embriones a partir de uno, con lo que se consigue un gran número de células madre idénticas para un mismo individuo). En este informe ya se apuntaba la posibilidad de conseguir células madre del adulto presentes en la médula, o de cordones umbilicales o incluso desdiferenciar células adultas y convertirlas en células madre. Pero también se dice que estas células es probable que no tengan el mismo potencial que las embrionarias. Los defensores de que se investigue con células madre de adulto, evitando así la controversia de hacerlo con embriones, argumentan que las células madre embrionarias están tan indiferenciadas que podrían descontrolarse una vez instauradas en el adulto, dando lugar a una proliferación incontrolada, es decir, un tumor. Por otra parte, existen experimentos publicados en la prestigiosa revista Nature en los que un estudio en ratones confirmaba que al inyectar células madre de ratón extraídas de su médula ósea en el corazón dañado de ese mismo ratón, provocaba que se diferenciaran en células cardíacas maduras y reemplazaran a las del corazón dañado, devolviendo a ese órgano su capacidad. En Francia se realizó la misma técnica en un enfermo con una miocardiopatía dilatada alcohólica con un magnífico resultado. La otra gran ventaja de las células madre del adulto es que no sería necesario introducir un núcleo de una célula del enfermo en un ovocito donado por una mujer (al que se ha extraído el suyo) para estimularlo y que comenzara su desarrollo embrionario para obtener las células madre compatibles inmunológicamente con el enfermo. En el caso de células del adulto sería tan inmediato como cultivarlas y trasplantarlas, con una perfecta tolerancia con el paciente.