Diario de León

LITURGIA DOMINICAL

El cobrador de tributos

Publicado por
JOSÉ ROMÁN FLECHA ANDRÉS
León

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PROFESIÓN: recaudador de impuestos. Reconocimiento social: pésimo. Profesionalidad: bastante rutinario. Con un «currículo» semejante muy pocos podrían haber hecho carrera en aquellos tiempos. Recaudar los impuestos para el Imperio Romano que dominaba en aquellas tierras era una especie de traición al pueblo dominado. No es extraño que los publicanos o recaudadores fueran tan mal considerados por la gente. Jesús eligió como discípulos a unos pescadores con poca suerte y a algunos jóvenes demasiado violentos y envidiosos. Pero el mayor escándalo fue la elección de Mateo. Hoy se hubiera dicho que el Maestro no entendía mucho en eso de buscar y seleccionar los «recursos humanos» para su empresa. En la liturgia de hoy se lee ese relato (Mt 9,9-13). Parece una parábola en acción. Una parábola que nos habla del elegido -un pecador-, del elector -un soñador- y de la elección -una decisión absolutamente gratuita- . El perdón y la gracia Al igual que había hecho el profeta Eliseo, también Mateo organiza una fiesta para celebrar su llamada. Una fiesta que escandaliza a los bienpensantes. Jesús aprovecha la ocasión para recordar una vez más el espíritu de su mensaje. Tres antítesis lo reflejan: - «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos». Él había venido como luz para los ciegos, como palabra para los mudos y los sordos, como alegría para los tristes, como liberación para los oprimidos y como medicina para los enfermos. - «Misericordia quiero y no sacrificios». Evocando a los antiguos profetas, Jesús indicaba que la misericordia es el mayor don de Dios y el resumen del mejor compromiso humano. Dios prefiere un corazón sincero a todos los sacrificios que se ofrecían en el templo. - «No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores». Con estas palabras denunciaba a los engreídos y anunciaba el perdón y la paz a los atribulados. El pecado es la última palabra sólo para aquellos que no se abren a la palabra del perdón y de la gracia. La paz y el sentido Pero aquella fiesta ofrecida por Mateo a sus colegas y amigos había sido precedida por la invitación de Jesús. De ella habría de depender su vida para siempre. Su vida y la nuestra: ¿ «Sígueme». No tenemos derecho a enorgullecernos de pertenecer al grupo de los suyos. Tampoco debería pesarnos como un fardo ese camino. Todo es fruto de la bondad de quien decidió llamarnos. ¿ «Sígueme». La comunidad cristiana, desparramada por el mundo, pasa a veces por momentos de crisis y de persecución. Esta exhortación de Jesús la invita a mantener la fidelidad y la esperanza. ¿ «Sígueme». Esta palabra de Jesús es una llamada abierta y universal. Los no creyentes han de saber que si la escuchan y la hacen suya no tienen nada que temer y nada que perder. - Jesús, te reconocemos como Maestro y como Señor. Agradecemos el don de tu llamada. Ayúdanos a mostrar con nuestras obras que, al seguirte, nuestra vida ha sido colmada de paz y de sentido. Amén.

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