La fidelidad de ZP al Diario

Orgullo y satisfacción Hay costumbres que no se pierden ni con el paso del tiempo. Eso, por una parte. Por otra, como en el tomate de la tele, en Salsa Rosa (mahonesa y kepchup, muy fácil) y en el corazón que todavía busca Paco Lobatón se fían de lo que publica El semanal digital , aquí, aunque no se hable de ningún tema rosa ni se abogue por el periodismo amarillo, también vamos a fiarnos. Pues eso, que ojeando las páginas web, que es la nueva afición de la sociedad de la información, ayer por primera vez -que quede claro que fue la primera vez- ojeé ese periódico on-line. ¿La sorpresa? Que Sonsoles Espinosa, la esposa del presidente del Gobierno, hace salir al Diario de León en un titular. ¡Cosas de la vida! «La cuesta abajo de Zapatero: a La Mareta no llega el Diario de León», publica Garganta Profunda a cuerpo 45. Al leer en profundidad el texto, (esto es una cita textual) aparece que Zapatero y su familia «se trasladaron este martes a la residencia de La Mareta, lujoso lugar elegido para su descanso. Atrás queda el secretismo con el que se llevaron las visitas de preparación de las vacaciones que hizo Sonsoles Espinosa, que ordenó mover cuadros de sitio, poner columpios para las niñas Alba y Laura o incluso tirar tabiques. Lo que al parecer no debió tener en cuenta la esposa del jefe del Ejecutivo es que éste permanece fiel a leer diariamente su periódico de toda la vida, el Diario de León». Vamos, que ésta debe de ser su sección favorita. Pero es que la cosa no queda aquí. Y esto es otra cita textual, -que también quede claro, que en el periodismo hay poco lugar para la invención-. Garganta Profunda continúa así: «En su despacho de La Moncloa, ante la prensa nacional e internacional, se encuentra siempre el primero del montón el rotativo leonés. No obstante, para disgusto del jefe del Ejecutivo, y según cuentan a Gargante Profunda, Zapatero deberá pasarse sin él en la isla de Lanzarote. ¿Podrá soportarlo? Claro que al presidente siempre le quedará estar conectado a la realidad de su localidad de juventud a través de Internet. Nos consta que lo hará». Todo esto dicen, a mi esto, personalmente, me llena de orgullo y satisfacción, aunque sea una frase de Su Majestad, el Borbón. Brum, brum, sí, sí La jornada de ayer estuvo cargada de sorpresas. A lomos de sus motos llegaron al patio del Ayuntamiento de San Andrés dos contrayentes que se contrajeron en matrimonio. Entre el brum brum de los motores se dieron el sí quiero. Una boda original donde las haya, porque no hay nada mejor que, a pesar de firmar unos papeles, hacerlo como uno quiere.