Expertos de más de 300 países reunidos en Santiago proponen una mayor implicación social
La UE y la Unesco reclaman una profunda reforma de la enseñanza
Ambos organismos señalan la necesidad de que padres y docentes participen más en la gestión
Los expertos abogan por la educación como inversión de futuro
La organización y la gestión de la enseñanza pública se ha convertido en un quebradero de cabeza para la mayor parte de los países occidentales, que han constatado la crisis de la educación pública. Una crisis que también ha sido detectada por las organizaciones internacionales con competencias en la materia, como la Unesco o la Unión Europea (UE). Ambos organismos han elaborado informes en los que reclaman una profunda reforma de los actuales sistemas educativos, con el objetivo de «repartir las responsabilidades» entre el Estado y los actores sociales, entendiendo por ello tanto a los padres como a los docentes como a las asociaciones no lucrativas que actúan en el ámbito de la educación. Estas propuestas fueron debatidas el pasado sábado en Santiago en el simposio internacional sobre el papel de la sociedad civil en la gobernanza de la educación, que reúne a más de 300 expertos para debatir nuevas vías de gestión de la enseñanza. Alfred Fernández, presidente de la oenegé Oidel de la que partió la iniciativa del congreso, señaló que «para lograr una educación de calidad hay que reformar el sistema político en su conjunto» y se mostró partidario de superar el debate sobre el papel del Estado: «Desde ahora, el papel de la Administración es garantizar una buena gobernanza, es decir, una interacción y un diálogo constructivo entre las partes implicadas; el Estado dejaría de ser director para ser moderador». El estadounidense Charles L. Glenn, profesor de la Universidad de Boston, insistió en esta misma idea y se mostró partidario de crear escuelas autónomas del Estado y que dispongan de su propia escala de valores.