Fabiolo

LA PREÑEZ de la princesa, aun estando ausente, fue la noticia de los premios del Príncipe; y para el corrillo de paisanas encopetadas fue asunto de cortar y trajear, que si exagera, que ya ves, que a pesar del bombo está flaca como galga y con perfiles afilados, que si le pondrán Pelayo en la interminable ristra de nombres que le cuelgan a un infante de estas coronas en su partida de bautismo o quizá Favila, en honor de aquel rey asturiano al que, según Faustino Alvarez, mató con muy buen criterio de estado el primer oso republicano de la historia. Fabiolo llama ya la ironía popular en Asturias a la criatura nonata, especulaciones que se irán al cuerno si es meona lo que se anuncia, en cuyo caso anótese un Covadonga como preceptivo y obligado (una vez descartado el de Fernanda por redundante, aunque también hay quien pide que en la corra o en la cuelga se incluya un Alonso de nombre propio, que es mucha moda entre los pijos y es talismán para profetizarle una carrera precoz y veloz). Descartan el de Carmen, por no recordar a otra asturiana que De Polo apellidaba y apuestan por Sofía, que es prerrogativa de suegra. Pero va a tener razón una paisana de Porrúa al asegurar que ye fíu y no fía «por la barriga, porque la tiene pabajo». Otra ensayaba su letanía: Será Felipe Juan Pelayo Carlos o, si no, Fabiolo Federico para abreviar y honrar a la bisabuela. Hubo quien especuló que la princesa Letizia podría haber ido a Asturias para que allí le naciera la criatura y, así, confrimar la naturaleza territorial del título que heredará un día cuando el padre calce la corona y endose el principado al heredero. Pues de nacer en Porrúa, llamaríanle «atravesáu», que es título que se les da de inveterado a los de este pueblo por querer meter una viga atravesada por el portón de la iglesia y, en vista de lo imposible, la untaron con sebo, a ver si por esas (esto de la viga y del atravesamiento es símbolo de otros lugares en tierras asturianas o leonesas, porque la peña «Los atravesaos» de Calzadilla de los Hermanillos utiliza la misma imagen de unos cuantos mozos pretendiendo colar atravesada la famosa viga en su parroquia). Y aínda mais, tampoco se descarta que venga algún leonesismo queriendo embutir al heredero un nombre de rey cazurro. Y le endilgará el Ordoño.