Japón, más cerca de conseguir anularla moratoria sobre la caza deballenas

Por primera vez en 20 años, Japón ha conseguido ganar una votación en la LVIII reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), celebrada en la isla caribeña de Saint Kitts y Nevis, al conseguir que se aprobase una resolución que establece que la moratoria sobre la caza comercial de ballenas, vigente desde 1986, «es una medida temporal y ya no es necesaria». La citada resolución fue aprobada por 33 votos a favor, 32 en contra y una abstención, defendida por varios países caribeños y con el apoyo, además de Rusia, de los tres grandes cazadores de ballenas: Japón. Islandia y Noruega. Según ha denunciado la organización ecologista Greenpeace, durante las dos últimas décadas Japón ha ganado para su causa a un tota l de 21 países, a cambio de pagos por valor de unos 250 millones de euros. Aunque la decisión aprobada no es vinculante, porque es necesario el 75% de los votos, lo cierto es que supone un paso adelante para las pretensiones de los países balleneros, que se han apresurado a afirmar que sólo es cuestión de tiempo la derogación de la moratoria. Además, según se recoge en la declaración final, las ballenas son culpables del agotamiento de los recursos pesqueros. La CBI fue creada en 1946 con la finalidad de garantizar la conservación de las poblaciones de ballenas, y en 1986 aprobó una moratoria sobre la captura con fines comerciales. Aunque Japón e Islandia la aceptaron, utilizan desde entonces una artimaña legal para seguir con las capturas de cetáceos basándose en un supuesto programa «científico». Noruega, por su parte, no acepta la prohibición. Aunque en la reunión de la CBI del año pasado se aprobó una resolución para que Japón detuviese su programa de capturas, la Agencia Pesquera nipona duplicó el número de rorcuales aliblancos capturados en aguas de la Antártida, pasando de 450 a más de 900 y extendió su «caza científica» a dos especies declaradas como amenazadas: el rorcual común y la ballena jorobada, de las que estableció un cupo de capturas de 50 ejemplares de cada una en los dos próximos años. A esto hay que añadir los 220 rorcuales aliblancos, 100 rorcuales boreales, 50 rorcuales tropicales y 10 cachalotes que capturan cada año en aguas del Pacífico Norte, así como los 120 rorcuales aliblancos que podría obtener su flota ballenera costera, por l o que el total supera los 1.300 ejemplares.