Zapatero y la vicepresidenta no irán a la misa central del Papa en Valencia

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, no asistirán a la misa que oficiará el domingo en Valencia el papa Benedicto XVI y será el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, quien encabezará la delegación del Ejecutivo que acudirá a ella. Zapatero recibirá a Benedicto XVI en el aeropuerto de Valencia al mediodía del sábado, y en la tarde de ese día se reunirá en el palacio Arzobispal con el Pontífice. Fuentes del Gobierno informaron de que Benedicto XVI ha expresado su deseo de mantener una breve entrevista con la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quien también formará parte de la delegación del Ejecutivo que estará presente en la capital valenciana. Esa entrevista del Papa con Fernández de la Vega se ha fijado para inmediatamente después de la que tendrá con el presidente del Gobierno. El domingo, Zapatero no estará finalmente en la misa que oficiará el Pontífice en Valencia, y la delegación del Gobierno estará presidida por el ministro Moratinos. De ella formará parte también el titular de Justicia, Juan fernando López Aguilar, cuyo Departamento es el encargado de las relaciones entre el Gobierno y la Iglesia. Por miles La conmoción, la resignación y el duelo siguen presentes en Valencia por la pesadilla vivida el lunes en el metro. Pero el corazón de la ciudad comienza a recobrar fuerzas y aliento con la llegada masiva de peregrinos para asistir a los actos centrales del V Encuentro Mundial de las Familias (EMF), cuya clausura protagonizará el Papa Benedicto XVI este fin de semana. La marea humana de peregrinos, tanto nacionales como de todas las partes del mundo, ya se hizo notar ayer. Miles de ellos transitaban a lo largo y ancho de la ciudad mediterránea en un ambiente festivo, pero ciertamente contenido por el terrible accidente del suburbano. Crespones negros cuelgan en numerosas ventanas, al lado de la bandera del Vaticano y de las enseñas nacional o autonómica. Dos colores lo invaden todo: blanco y amarillo, la enseña vaticana y también están presentes en las mochilas y gorros que portan los peregrinos. Mientras, el obispo Blázquez alertó de «personas y grupos extraños» que intentan apropiarse del Evangelio y denunció la «tergiversación» de la figura de Jesucristo en obras como El Código da Vinci o textos apócrifos como El Evangelio de Judas .