David Delfín convierte en Cibeles las mudanzas en espectáculo
David Delfín nunca deja indiferente. Tras cinco años de carrera, el diseñador malagueño siempre trae su clá a la Pasarela Cibeles y su espectáculo particular. Esta vez, el eje de su colección para el otoño-invierno próximos son las mudanzas y el traslado, bien de la vivienda o del pensamiento. Bajo esta metáfora elabora su ropa, siempre bien estructurada, y la acompaña de pequeñas obras creativas, como unas esculturas en forma de silla. Delfín, Amaya Arzuaga y Lydia Delgado, convertidos en los modistos más alternativos dentro de los diseñadores asentados, pisaron fuerte ayer, con sus riesgos. Y para el cierre, el derroche de lujo y pasión con acento español de los andaluces Vitorio & Lucchino. El retorno En septiembre del 2005, el diseñador bilbaíno Ioz Fiz tuvo un sonado incidente con su socia, a la que acusó de robarle su colección, e impidió que la trajera a Cibeles. Pudo entonces rescatar un muestrario de anteriores propuestas para salvar la situación, y no volvió a la pasarela madrileña. Ahora, está a las puertas. Este joven creador exhibió su colección de temporada en el Museo Reina Sofía, y aunque está fuera del recinto oficial la dirección de la pasarela le está dando facilidades para volver a incluirle en los desfiles. Lafuente, otro año más La diseñadora leonesa María Lafuente volverá a participar mañana en la jornada de clausura de la pasarela en el día dedicado a los más jóvenes. Su desfile tendrá lugar a las cuatro de la tarde con unos conjuntos inspirados en un «romanticismo bohemio y rebelde, femenino, sensual y con mucho colorido». Los tejidos utilizados son muy variados.