Diario de León

Creado:

Actualizado:

En:

TENGO delante una foto del viernes último, día santo y domingón en la fe musulmana, día de ir a misa mora, foto en una magnífica mezquita, la basílica monumental dedicada al imán Hussein en Kerbala... es agosto achicharrado, es foto con sólo mujeres, paisanas de manto negro tapándoles de cabeza a talón, gente hembra cuyo ropaje es mucho ropón oscuro, pañolones bajo mantón, mucho faldumento, qué tías, qué cantidad de cáscara textil llevan encima, cosa de la fe y la moral severa que dicta el Islam y que rige a rajatabla en esa musulmanía en general que exhibe una coherencia religiosa que ya quisieran para sí estas parroquias de murmullos, reojos y apabardas. Las mujeres de la foto, unos cientos, todas iguales ellas, están en trozo del templo acotado y separadas rigurosamente de los tíos, alejadas como en toda mezquita de lugares preferentes y de los oficiantes. Agosto en Irak es mes para que ardan las piedras, pero esas mujeres tienen más trapo y estameña encima que una carmelita descalza. Admira el fenómeno. No sudan en ese recinto cerrado y abarrotado, en ese horno de homilías encendidas y de rezos al cielo para que llueva fuego sobre el infiel y el blasfemo (la gente herida reza el doble de oraciones con espoleta). ¿Por qué no se las ve al menos sofocadas? ¿Tendrían razón nuestras abuelas que pasaron mil veranos de su vida bien enropadas y hasta con medias de punto asegurando que lo que quita el frío quita también el calor?... Las mujeres musulmanas logran que las calles de sus ciudades parezcan siempre llenas sólo de monjas. Los paisanos ni las miran y están a lo suyo, porque vista una, vistas todas. Lo mismo en sus liturgias. Nos deja perplejos esa separación de sexos en la mezquita que se hace con tendedero de alfombrones, telas o celosías... ni roce, ni mirada, cada uno a lo suyo, que es rezar y encenderse. Nos escandalizamos con la marginación femenina del islam; es anacrónica, fanática y ostentosa. Son dogmas inexplicables hoy y pensamos por ello que el islam será incapaz de superar sus rigidismos arcaicos y sus vasallajes de mujer y sociedad. Aquí nos rasgamos la camiseta, pero hace diez siglos la cristianada leonesa hacía exactamente lo mismo en estas iglesias (vente por aquí el miércoles, que nos vamos de excursión por este asunto).

tracking