Diario de León

QUERIDO MUNDO

Alarmantedebilidad

Publicado por
CARLOS G. REIGOSA
León

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SE INSISTE mucho en la debilidad de ETA y, a la vez, se nos recuerda una y otra vez que un atentado terrorista es posible en cualquier momento. Es como si en esa misma debilidad hubiese algo alarmante, algo que debiese preocuparnos y mantenernos en vilo o en guardia. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, argumenta con lucidez esta aparente contradicción, pero quizá no nos lo dice todo, tal vez porque no debe. Quien sabe, es posible que a esa ETA débil se hayan incorporado nuevos miembros y que estos aún no hayan sido identificados. O que lo hayan sido, pero que no se sepa todavía por dónde andan o qué traman. ¿Estamos ante los estertores de la banda terrorista? El PSOE parece coincidir con el PP en que el Estado de derecho tiene armas suficientes para liquidar a ETA sin recurrir a unas negociaciones que han demostrado no ofrecer ninguna salida. Es una buena noticia. Con un poco de suerte, la banda terrorista no será el centro de la próxima campaña electoral. Aunque en voz baja muchos políticos admiten que, si logra atentar, inevitablemente recuperará un protagonismo indeseable y electoralmente significativo. Así están las cosas. Mientras, las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado se afanan en atajar y frustrar cualquier fechoría terrorista. La cooperación franco-española está resultando muy eficaz, y en breve se podrá decir lo mismo de la que ahora se impulsa con Portugal. Sin embargo, el ministro del Interior no deja de reiterar su advertencia. ETA está más débil que nunca, pero tal vez ha elegido morir matando. Y matar es fácil. Abandonar un coche con una bomba y hacerlo explotar no es imposible. Más bien es algo cobarde. Y asesino. Una amenaza a la que estamos expuestos, según se nos dice con insistencia. «Esto no ocurriría si en España hubiera pena de muerte, como en Estados Unidos», confiesan algunos políticos en privado. Pero ninguno de ellos será capaz de hacer esta afirmación en público. La apuesta de nuestro Estado de derecho ya está formulada. Se trata de acabar con ETA sin aceptar restricciones democráticas ni espirales represivas. Si todo sale bien, será una gran lección para otros Estados que combaten lacras similares.

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