Nerviosos por vivir en un nuevo hogar

La pareja de pandas gigantes que reemplazará el vacío dejado por Chu Lin en 1996 llegó ayer a su nuevo hogar en el Zoo-Aquarium de Madrid, con la confianza de sus criadores en que la hembra quedará preñada la próxima primavera. Aterrizaron en el aeropuerto de Madrid Barajas «en buen estado de salud», aunque los animales han sufrido «mucho estrés» durante el viaje, que duró más de 35 horas. Así, la operación de traslado está aún «en un momento delicado», aseguró el director técnico del Zoo-Aquarium de Madrid, Jesús Fernández. Fernández concretó que el macho, Bing Xing, se mostró «tranquilo» desde la salida de la reserva china de Chendong, donde vivían hasta ahora, mientras que la hembra, Hua Zui Ba, estuvo más nerviosa, no comenzó a comer hasta doce horas antes del aterrizaje y sufrió «hiperventilación» a su llegada a Madrid a causa del calor. «Todavía sigue existiendo un riesgo», explicó Fernández, «sobre todo en el caso de la hembra, que es muy joven y ha sido recientemente separada de su grupo», un hecho que se suma a la cantidad de «ruido, gente, calor y agentes nuevos» a los que los osos se han tenido que enfrentar, apuntó el veterinario. «En ningún momento han sido sedados», dijo Fernández, que acompañó a los pandas durante el trayecto, junto a dos cuidadores chinos y a otro veterinario español, que se encargarán de que los animales se adapten a su nuevo hogar lo más rápidamente posible. Durante el vuelo, el nerviosismo de los mamíferos, que viajaron junto a varias cajas de sus manjares favoritos -bambú, manzanas y caña de azúcar-, «fue disminuyendo», aseguró el director técnico, por lo que finalmente no fue necesario medicarles, una opción que habrá que emplear «en caso de que no se adapten correctamente a Madrid».