PASARELA CIBELES

La creadora vasca apostó por un invierno muy cálido, con prendas de punto, lana, terciopelo y napa, y por una mujer muy femenina a la que viste con prendas ajustadas en el cuerpo, que se despegan a partir de la cintura. El juego de volúmenes es otra de las propuestas de Miriam Ocariz que hace un especial desarrollo de las mangas, que se expanden, recogen y envuelven o se ajustan con fruncidos en la manga dando un aspecto más infantil. Los volúmenes también son importantes en las faldas, a veces tipo globo, muy cortas, que se despegan del cuerpo, en ocasiones gracias a otra falda interior.

Los pantalones se presentan muy estrechos, tipo pitillo y siempre con tacones altísimos, y acompañados de largos blusones o vestidos sobre la rodilla que tuvieron especial importancia en una colección en la que el lazo fue un adorno fetiche en creaciones de apariencia sobria. En un desfile en negro, gris, azul turquesa, marrón y beige, destacó especialmente la línea confeccionada en amarillo, con un abrigo de cortes perfectos o el vestido de fiesta raso con topos negros, así como los plisados que coloca fila tras fila en las faldas, y los cortes con los que consigue que las prendas se ajusten plenamente al cuerpo.

Los años cuarenta han sido el hilo conductor de la colección presentada hoy por el gallego Antonio Pernas, que en una apuesta clara por el negro y la prendas amplias, ha hecho un guiño a sus orígenes minimalistas. «Arts and crafts», nombre con el que ha denominado su colección, es un acercamiento a la época, en la que reina una ambigüedad marcada por la II Guerra Mundial, a través de los trabajos fotográficos para revistas de moda de artistas como Richard Avedon o Irving Penn.

Pernas ha establecido el negro como color predominante en el desfile, y lo ha combinado en este caso con llamativos rojos y lilas, aunque sin dejar de lado grises y beiges en unas prendas femeninas, con talle muy alto, cuya amplitud deja adivinar la silueta de la mujer sin desvelarla. Las faldas, casi nunca ceñidas y acorde con el estilo sobrio de la época de la posguerra, rara vez quedan por encima de la rodilla.

Cada vez más exquisito y exigente, a Fernando Lemoniez le interesa vestir a una mujer elegante, sobria, que busca las cosas bien hechas, seña de identidad de la casa, alejándose de apuestas atrevidas y buscando referencias que se sitúan más en la época de los grandes modistas. Así se pudo ver en una colección en la que Lemoniez ha sido evolutivo, más que temático, insistiendo y depurando unas líneas en las que lleva tiempo trabajando y que le hacen estar entre los más destacados creadores españoles. Su principal apuesta en esta colección son los tejidos, muy ricos, con brocados, relieves, acolchados y con destellos brillantes. Rasos, sedas, tafetas, muselinas y toques brillantes de lurex se mezclan entre sí logrando contrastes de texturas.

Los tejidos de Lemoniez «fluyen por el cuerpo de la mujer, y es ella la que da el volumen a unas prendas que al moverse insinúan el cuerpo femenino», comentó el diseñador que, alejándose del folclore, ha presentado unas propuestas que tienen un aire de inspiración en las vestimentas tradicionales de los países del este.

El desfile del diseñador valenciano Francis Montesinos, basado en las disciplinas artísticas que han pasado por su obra como la danza, el cine o la literatura, atrajo hoy multitud de caras conocidas del mundo artístico español.

Francis Montesinos, que contó con Marisa Jara, novia de Joaquín Cortes, para presentar sus propuestas, inauguró el desfile con diseños de línea campestre, con multitud de lanas y motivos invernales.

Luego llegaron los modelos más sofisticados, en grises y negros con algún toque de rojo, confeccionados a base de cuero y pieles.

De la mano del diseñador valenciano llegaron los modelos más sofisticados, en grises y negros con algún toque de rojo, confeccionados a base de cuero y pieles.

La presencia de numerosas cámaras de televisión y fotógrafos estaba ya prevista desde que se anunciara el debut sobre la pasarela madrileña de Derek, pareja de Ana Obregón, y la asegurada presencia de la actriz en primera fila, como así ocurrió esta tarde. Junto a ésta, Massiel, el actor Toni Cantó y su pareja Mar Reguera, el cantante Miguel Bosé o la ex-ministra de cultura Carmen Alborch presenciaron el desfile de la colección con la que el diseñador ha querido rendir homenaje a la Medalla de Oro al Mérito a las Bellas Artes que recibió el año pasado.

Ana Obregón y la cantante Masiel asistieron al desfile de Francis Montesinos, en el que participaba el actual novio de la presentadora y actriz.

Para los próximos otoño e invierto, Angel Schlesser propone una sencillez elaborada con referencias a los años ochenta. Práctica ausencia del color en una colección basada en el tratamiento de texturas y volúmenes, que consigue con frunces, pliegues, drapeados, asimetrías y formas globo que moldean y estructuran pequeños vestidos, túnicas o abrigos cortos

En general, se decanta por propuestas monocromáticas o en acabado bicolor, pero, en este último caso, siempre huyendo de contrastes cromáticos muy agresivos. Y, hablando de color, apuesta por el negro, al que le siguen el gris, beis y verde oliva. No obstante, para romper esta aparente sobriedad, juega con la mezcla de texturas y volúmenes, que se acentúan sobre todo en cuerpos acampanados con mangas anchas a juego con pantalones muy ceñidos.

Seguidora de Angel Schlesser, la Infanta Elena acudió a presenciar el desfile del creador cántabro en el que también se pudo ver al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, acompañado de su mujer y de Ana Botella.

La nota más diferenciada la puso Ágatha Ruiz de la Prada que, siempre ampliando los horizontes de su factoría, ha creado una colección para esquiar, más concretamente para hacer snowboard.

La paleta de esta diseñadora y sus motivos habituales lucen en monos de esquí, plumas, botas, guantes e incluso en las propias tablas de esquiar. Tejidos tecnológicos en prendas que la diseñadora presenta en unas modelos, con orejas y cola de gato, abrigadas con jerséis de lana y algodón.

En su línea urbana, presentó una colección elegante, de rectos y limpios abrigos, con pliegues, volantes, tablones o lazos que recuerdan el siglo XVIII. Tampoco faltaron prendas, como el vestido de novia que cerró el desfile, inspiradas en las meninas.

Elio Berhanyer persiste en sus formas clásicas en su desfile de la colección «102», presentada en Cibeles, en el que volvieron a lucir sus elegantes trajes de chaqueta y pantalón y en el que ha enriquecido a las modelos con pieles de zorro y visón. La elegancia y la sobriedad han marcado de nuevo la línea del desfile de Elio Berhanyer en la Pasarela Cibeles. No faltaron los clásicos trajes de chaqueta, realizados en las más puras lanas inglesas, en tonos azules y colores tierra con estampados de cuadros ingleses y flores, una línea sport que ensalza la feminidad de una mujer actual y moderna. Para la noche el diseñador preparó una colección inspirada en las grandes obras de los pintores clásicos españoles con una línea tradicional, recta y ligeramente entallada.

El negro fue el color rey de este apartado del desfile dedicado a la noche, en el que también es protagonista el terciopelo, junto a las flores rojas que aportaban un toque de elegancia a los vestidos de cuerpos breves y faldas amplias, además de otros detalles como encajes bordados, brillos o plumas, que le completaban como señor de la noche.

Veterano de Pasarela Cibeles, este diseñador concibe la próxima temporada Otoño-Invierno 2007/2008 como un paraíso en blanco y negro salpicado de sutiles pinceladas de rojo, incluyendo también dos pijamas unisex. Las pieles siguen siendo su apuesta para vencer al frío.

Y para finalizar, una inédita novia con traje blanco de raso sobre el que lucía un espectacular abrigo de visón, también blanco y con cola. Unos manguitos con una gran flor en rosa completaban el modelo con el que finalizó un desfile en el que el glamour, el lujo y la elegante sofisticación fueron una constante.

El diseñador madrileño presentó su colección otoño-invierno 2007/2008 como un paseo por la campiña inglesa en colores ocre, y berenjena salpicado de tweed inglés, cashmere y lana. Al ritmo del «London calling» de The Clash comenzó el desfile más temático hasta el momento de esta edición de Cibeles, centrado en una mujer elegante que se abriga para el invierno inglés sobre todo con tweed, lana y cashmere en tonalidades marrones que se combinan con verdes o morados.

Larráinzar demuestra así que la elegancia no está reñida con la vida campestre, ya que los modelos que desfilaron responden a un estilo ecuestre y rural, aunque se combinaron con estilos fundamentalmente urbanos como son las cazadoras de cuero o los tonos dorados.

El terciopelo en rojo llamó la atención en su combinación con otros tejidos como la lana en color berenjena, y para la noche el diseñador madrileño apostó por combinar el negro con el dorado.

La colección diseñada esta temporada por Modesto Lomba para Devota & Lomba va dirigida a una mujer que viste de forma muy juvenil, con texturas vaporosas y faldas hiper-cortas con mucho volumen, en contraste con los pantalones pitillo muy ajustados. Comenzando por el negro, el diseñador presentó una colección muy coherente respecto a las tonalidades, pasando por el topo, el gris, el marfil o los tierras que iluminó con tonos cereza y coral.

Los cuadros escoceses blancos y negros fueron el estampado dominante, casi único, en una colección en la que las estructuras de los trajes reorganizan las proporciones del cuerpo y el volumen crece hasta convertirse en objeto. Especialmente dotadas de volumen estuvieron las múltiples faldas cargadas de volantes con que Modesto Lomba vistió a sus modelos, así como los vaporosos trajes largos para fiesta, los más coloridos de la colección.

El desfile de Devota & Lomba fue el que más modelos masculinos llevó a la pasarela, reinventando el esmoquin y el traje para el hombre en diseños más modernos y urbanos que también se atreven con las faldas bajo la rodilla. Los abrigos que se pudieron contemplar fueron en su mayoría de corte juvenil, sin pasar de la cintura, y algunos de los diseños se hicieron acompañar de complementos como los calentadores, gafas o bolsos.

El dúo Ailanto presentó hoy en Pasarela Cibeles sus propuestas para este otoño/invierno 2007 en una colección que de nuevo se inspira en la naturaleza para mostrar a una mujer bohemia e intelectual que viste con los colores propios del paisaje otoñal.

Los tonos granate, negro humo, verde, gris, rojo y azul marino predominan en las prendas y dan calidez a la ropa de los diseñadores vascos, que han recurrido al ambiente universitario, además de a los estampados en forma de cisne, de espigas y de hojas de árbol con el que se mantienen fieles a la naturaleza, uno de los elementos que define a la marca.

Mini-vestidos de seda, que contrastan con jerséis de punto de colores más luminosos, y grandes bolsos y sombreros que sirven como complementos perfectos configuran una imagen femenina que tiene a grandes figuras cinematográficas como referente y que adopta ciertos aires masculinos con los chaquetones de alpaca que establecen la silueta de la mujer de la nueva colección de Ailanto.

El diseñador Roberto Torretta se ha inspirado en el mundo del rock y en los años de la Movida para crear los diseños que forman parte de su nueva colección.

Para la próxima temporada Otoño-Invierno 07/08, las siluetas y los volúmenes continúan teniendo un aire a los 60, pero endureciéndolo con cremalleras como motivo decorativo, mezclando tejidos y apostando por el cuero en diferentes acabados.

El rock va ligado a inconformismo, y de esto mismo se vale Torreta para crear una colección transgresora, en la que cada prenda recuerda al pasado, pero que se sirve del presente para idear nuevas formas.

El negro es el protagonista indiscutible y absoluto, y al igual que las estrellas del rock, triunfa sobre el escenario para reflejar ese carácter transgresor y agresivo que desprende toda la colección.

Con el insinuante título de «Aparecidas», Juan Duyos tuvo el cometido de poner el punto y final a la segunda jornada de desfiles. Su colección busca la inspiración en mujeres emblemáticas que, por desgracia, ya no se encuentran entre nosotros. Lady Di, Lola Flores, Sharon Tate, Janis Joplin, Coco Chanel, Edith Piaf? Iconos de distintos artes que marcaron tendencia y cuya imagen personal quedó grabada en la memoria de todo el mundo.

Eso sí, el diseñador Juan Duyos lo traduce en una colección muy estudiada y enmarcada en ese universo creativo tan singular e identificativo. En su pasarela, destacaron sus conjuntos en los que se mezclan tejidos, sobre todo en bandas horizontales o delimitando zonas de la prendas, es decir, mientras que el cuerpo de una camiseta se confecciona en un determinado material, las mangas se presentan en otro.
