Zapatero se come las cejas

En Moncloa esperan acabar pronto con las cejas de Zapatero. Este deseo ha conseguido convercer al propio presidente que, aprovechará que ahora está en funciones, para comerse literalmente su rasgo físico más característico. Dicen quienes las han probado que su degustación deja un sabor agridulce al paladar. Con entrada suave, pero regusto amargo. El que da la mezcla del hojaldre y el chocolate puro. Es el sabor del talante. Y el de la ocurrencia. La que ha tenido un militante socialista pastelero de la localidad palentina de Aguilar de Campoo que, para amenizar la noche electoral, ideó unas pastas con el forma de las cejas circunflejas del presidente. «Tuve la idea cuando ví a los artistas en televisión haciendo el gesto de las cejas con la mano. Pensé que sería bueno endulzar la espera de la noche electoral en la sede socialista con un pastel singular. Hice varias pruebas y, al final, conseguí unas pastas de hojaldre con chocolate que gustaron mucho». Rafael Zamorano - también con Z- no imaginó, mientras amasaba su postre con talante, que su dulce tendría tanta repercusión mediática. No se plantea comercializarlo, aunque no para de recibir pedidos de diputados y políticos socialistas de Palencia. «He hecho unas cuarenta cajas con pastas de 'cejas ZP', pero no las vendo, son sólo para regalar», dice este pastelero que ya ha enviado provisiones a La Moncloa. «Espero que le guste al presidente y su familia», dice. La noche electoral se esperaba larga y amarga en Aguilar de Campoo. El PSOE no ha cosechado sus mejores resultados electorales. Los populares, que consiguieron afianzar la racha de los comicios municipales en los que arrebataron la Alcaldía al PSOE, lograron el 9-M más del 50% de los votos, mientras que el PSOE se alzó con el respaldo del 42,1% de los sufragios. «Los socialistas hemos subido en votos en Aguilar de Campoo, pero siempre perdemos porque el Partido Popular nos come en los pueblos de alrededor», dice este pastelero que, pese a la derrota electoral de su partido en la localidad, no pierde el buen talante y el sentido del humor, ese que le llevó a diseñar un dulce con el que acompañar la derrota electoral. -¿Ha logrado que su dulce tenga el auténtico sabor de las cejas de Zapatero? -Es el sabor del talante, una mezcla entre el dulce del azúcar y el sabor amargo del cacao. Esa es la combinación de sabores de la personalidad de Zapatero. Diputados, militantes y simpatizantes ya le han hecho pedidos de sus pastas, aunque asegura que su negocio está centrado en las galletas y los pasteles, «ahora estoy muy ocupado preparando los dulces de Semana Santa», asegura Zamorano pese al éxito. El diseño de las cajas donde se conservan las «cejas ZP» también es obra de este pastelero, hijo de la villa galletera más conocida de España.