La Colifata

UNA encuesta dice que de cada cinco españoles uno está en riesgo psíquico, osá, camino de acabar loco, aloriado, mal de la olla o colifato. Lógico. Hay riada de depresiones, manías neuróticas, paranoias de edad, conflictos esquizoides. Pero no es verdad pontifical; esas encuestas las hacen psicólogos en paro con ganas de aumentar clientela, si bien es cierto que no corren buenos vientos para la cordura, la lírica y la armonía entre distintos: histerias políticas, desgañitamientos en la grada y altercado en la salita y la cocina donde duermen los cuchillos de la cuchillada conyugal. «Nos estamos volviendo todos locos», dicen las abuelas. Igual eres tú el tocado por el fatum de esta encuesta. Ni caso. Y si llegara el día (diosnoloquiera) que enloquecieras, tranquilo, no estarás solo. Loco es el ruido que nos mece, los colores chillan, los telepredicadores más, locos están los precios, las hipotecas llaman a locura y el ladrido matrimonial al disparate, el clima está más loco que nadie, locos con gatillo quieren decidir lo vasco, locos andan los constructores y loca la banca que acabará engulléndolos, ¿y no está loca la Bolsa?, la moda está loquísima, un loco pinta cuadros de a millón porque siempre hay otro loco que los compra, loco se vuelve Solbes con su azuela limando inflaciones... incluso un loco como el Chikilicuatre no lo parece tanto entre tanta locura nacional... y hasta nos divierte su gamberrada. En fin, si te vieras en ese riesgo cierto de aloriamiento, tomarás alguna medida: modera prisas, ajusta tus ambiciones, sujeta tanta fe en telefantasías y loterías, acepta lo que venga dado sin que renuncies por ello a lo que te es de justicia, prueba a reírte, abraza a los tuyos sin que lo esperen, tararea alguna canción que bailaste y creíste, saluda una vez a quien nunca saludas, escribe unas letras al amigo que olvidaste, pasa de modas (no tienes que ir a la última si estás tan a gusto en la penúltima)... o camina cien metros con sonrisa franca y dichosa y todos te tendrán por tonto o por loco. Entonces averiguarás que quizá los locos sean los otros cuatro de la encuesta que corren con fatiga y cara de perro tras la felicidad del tener y acumular... y entenderás la razón de Radio «La Colifata» de Buenos Aires que sale en un anuncio diciendo « de nada sirve ser feliz, si para ello hay que ser idiota ».