Los de derechas son más felices
Un 44% de los conservadores estadounidenses se confiesa feliz frente a un 25% de los liberales según una encuesta realizada por un estudioso que lleva veinticinco años analizando a americanos
El secreto de la felicidad es ser de derechas, o al menos así lo cree Arthur Brooks, un estudioso que basa su análisis en encuestas realizadas en Estados Unidos en el último cuarto de siglo. Un 44 por ciento de los conservadores estadounidenses se confiesa feliz, frente a un 25 por ciento de los «liberales», la palabra con la que se designa en este país a los de izquierdas, un vocablo que a muchos aún les huele a algo soviético. La felicidad de los de derechas va contra la imagen de rigidez, puritanismo y falta de sentido del humor que dice haber tenido de ellos de pequeño Brooks, un profesor de la Universidad de Syracuse que creció en Seattle, uno de los enclaves de la izquierda del país. De adulto parece haberla cambiado, pues también trabaja en el «American Enterprise Institute», un centro de estudios conservador que ha acogido muy contento sus conclusiones. Otros investigadores, como Will Wilkinson, del Instituto Cato, no discuten el hecho de que los conservadores digan ser más felices, aunque sí la justificación. Brooks lo achaca a tres razones: la fe, el amor y la esperanza. «Los que practican la religión, pero en serio, los que van a misa cada semana, ellos sí en casi todos los países son más felices», dijo Brooks en español, ya que vivió tres años en Barcelona. Un 43 por ciento de ese grupo «religioso» se manifiesta muy feliz en Estados Unidos, comparado con tan sólo el 23 por ciento de los que no pisan un templo. Al mismo tiempo, de las personas que dicen ser muy felices, un 42 por ciento están casadas, frente a un 20 por ciento entre los solteros y un 17 por ciento entre los divorciados. Eso significa que la religiosidad y el matrimonio traen felicidad, y los de derechas en Estados Unidos practican ambos en mayor medida que sus contrincantes políticos, lo que explicaría la mitad de su diferencial de satisfacción con la vida, según Brooks. La otra mitad es la parte más controvertida de su teoría: Brooks cree que se debe a la visión del mundo de los conservadores. Los de derechas creen mayoritariamente que uno puede salir adelante en la vida con el esfuerzo personal y también ven más movilidad social en EE.UU. que los de izquierda, según los sondeos.