Diario de León

EE.UU. y China ponen las bases para desbloquear la Cumbre de Copenhague

Clinton anuncia que su país se suma a la ayuda internacional a largo plazo para los países vulnerables, 100.000 millones de dólares anuales en el año 2020

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, momentos antes de su discurso.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, momentos antes de su discurso.

Publicado por
a. prádanos | copenhague
León

Creado:

Actualizado:

Han hecho falta diez de los once días que dura la Cumbre del Clima de Copenhague para hacer brotar algún tímido brote verde, aun sin garantías de que fructifique. A pocas horas de la clausura, Estados Unidos y China aparcaron el irritante «y tú más» en el que estaban enfrascados y movieron ficha para desbloquear las conversaciones y engrasar las vías hacia un compromiso hoy. En el mejor de los casos será un acuerdo político de intenciones con el mandato de cerrar en seis meses un tratado vinculante tanto para los sujetos al Protocolo de Kioto como para quienes están hoy fuera, caso de los gigantes americano y asiático.

A Obama y a Wen Jiabao, primer ministro chino, se les espera hoy en el Bella Center, sede del cónclave en el que 192 naciones intentan conjurar el calentamiento planetario. En su nombre hablaron ayer sus emisarios, y por primera vez con cierta claridad. Hillary Clinton, jefa de la diplomacia estadounidense, abrió la chequera. Estados Unidos -dijo- está preparado para contribuir «junto con otras naciones» al aporte financiero inmediato - «fast track» en la jerga especializada- que necesitan de aquí a 2012 los países más pobres y vulnerables para adaptarse al cambio climático; al menos unos 10.000 millones de dólares al año. Hace días la UE anunció que contribuiría a esa suma con 2.400 millones de euros anuales y Japón se sumó con una oferta similar.

En el largo plazo, Estados Unidos contribuirá con la parte «justa» de los 100.000 millones de dólares anuales de fondos públicos y privados que Naciones Unidas exige movilizar en torno a 2020 y en adelante -a esa cifra se llegaría de forma progresiva en la próxima década- para rebajar las emisiones mundiales de dióxido de carbono, limitar a 2ºC como máximo la subida de la temperatura media de la Tierra y ayudar a los países en desarrollo. En mitigación nadie espera que Obama, maniatado hasta que el Congreso y el Senado le aprueben su legislación ambiental, vaya el viernes un paso más allá de lo reafirmado por la secretaria de Estado; un recorte del 17 por ciento de sus emisiones de CO 2 respecto a las cifras de 2005 -apenas un 4% respecto a 1990, año base del Protocolo de Kioto- e incremento progresivo hasta llegar a un 80% en 2050. Europa ha comprometido un 20% menos de carbono atmosférico en 2020, y espera una señal de los demás grandes emisores para subir al 30%.

La propuesta de Estados Unidos «sigue siendo insuficiente para lo que puede hacer, pero es la primera vez que habla de poner la parte -˜justa-™ de dinero para el largo plazo», señala un alto negociador español.

No obstante, el acuerdo, dijo Clinton, sólo será posible si hay «completa transparencia» y «compromiso» entre todas las partes; un recado especial dirigido a China que es, recordó, «el primer emisor y la segunda economía» del planeta. La transparencia es la piedra en el zapato chino, que acepta controlar sus emisiones de CO 2 y crecer de manera más limpia, pero se niega a la inspección de Naciones Unidas. Hasta ahora.

Después de días encastillados, los chinos recogieron el guante. «Estamos preparados para el diálogo y la cooperación si no son intrusivos ni vulneran la soberanía nacional», respondió He Yafei, viceministro de Exteriores.

tracking