La delegación española acusa a China e India del fiasco de Copenhague

«Es una pena». La cara de Teresa Ribera, secretaria de Estado de Cambio Climático, era un poema este sábado, poco antes de subirse al avión después de dos días casi sin dormir. La falta de ambición del Acuerdo de Copenhague y el que deje en el alero la posibilidad de un pacto vinculante una vez expire Kioto, frustraron las expectativas que traían la UE y España, miembro de la troika comunitaria. Una vez consumado el pacto, la ministra de Medio Ambiente se resignó a lo inevitable. «La única alternativa era el más absoluto fracaso», aseguró. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, abandonó la cumbre en torno a la media noche sin hacer declaraciones.

1397124194 Culpables. La ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino no vaciló al señalar culpables. «China e India han roto constantemente el diálogo, ha hecho un bloque coordinado y orquestado» en defensa de sus intereses, moderación del ritmo de crecimiento de sus vertidos de CO2 y, en el caso de China, evitar el escrutinio de la ONU sobre sus registros de emisiones.

De madrugada los cuarteles generales de las delegaciones europeas en el Bella Center traslucían la decepción. Europa, y aún más Japón, habían hecho las apuestas más altas en esta partida; en recorte de emisiones -”un 20 y un 25 por ciento, respectivamente para 2020, y con la contabilidad más exigente, con el año 1990 como base-”, y en dinero para adaptación de los países más vulnerables al cambio climático, 10.600 y 11.000 millones de dólares cada uno, de aquí a 2012. La propuesta estadounidense ni se acercaba; un 4 por ciento menos de CO2 -”17 por ciento contando desde 2005-”, 3.600 millones de dólares destinados al mismo fin. Obama traía también la voluntad decidida de no dejarse atar en un protocolo vinculante similar al de Kioto -”EE.UU. es el único país rico no sujeto-” antes de que las Cámaras legislativas den vía libre a su propuesta de leyes ambientales y energéticas verdes.

1397124194 Bonn en mayo. El presidente francés, Nicholás Sarkozy, prefirió ver la botella medio llena y alegrarse de que, «por primera vez, China e India se comprometen ante la comunidad internacional a contener sus emisiones». No obstante, se interrogó por la conveniencia de mantener el ritmo anual de reuniones de la COP en ausencia de un tratado vinculante cuyo cumplimiento haya que seguir de manera periódica. La próxima reunión de la Convención de Cambio Climático de Naciones Unidas se celebrará dentro de un año en México.