VISTO EN TWITTER
Así fue expulsado del whatsapp de padres el hombre que narró la pesadilla de cuidar de la mascota del colegio
El tuitero Eugenio d'Ors logró que le echaran de un grupo donde la 'chupipandi' hablaba de todo menos de las cuestiones de la clase de sus hijos
Cuidar de la mascota del colegio no era nada fácil, y así lo narró Eugenio d'Ors en un divertido hilo de Twitter que dio la vuelta a la Red. En él, explicaba las dificultades de hacer actividades de fin de semana con esta carga.
Apenas un mes después, ha vuelto a la carga con otra historia que se ha ganado el aplauso de las redes. ¿Cómo salirse del grupo de whatsapp de padres? Bastante sencillo. Así ha narrado el que seguramente sea el sueño de muchos padres... Cualquier cosa con tal de evitar chupipandis.
En realidad todo empezó en la reunión que se hizo en junio para darnos la bienvenida al colegio. Yo ahí ya me puse de mal rollo, porque detecté una cuchipandi de papis y mamis, unos quince, que ya se conocían de la guardería. Ya se estaban haciendo los dueños del cotarro.
— Eugenio d'Ors (@ra_LA_me) 14 de diciembre de 2018
Un tal Alex, de esa famosa chupipandi, fue elegido delegado de los padres y madres de la clase. Y lo primero que hizo, cómo no, fue crear un grupo de whatsapp. Para estar todos conectados en amor y compañía.
A continuación, el delegado Alex nos pasó el papel para apuntar nuestros números. Claro, él iba a ser el administrador, por supuesto. Muy diligente, por cierto. Al cabo de una hora recibía el mensaje diabólico: "Has sido añadido al grupo 🐥🐥Los Pollitos de P3 🐣🐣". Terror.
— Eugenio d'Ors (@ra_LA_me) 14 de diciembre de 2018
La pesadilla comenzó desde el primer momento, ya que utilizaban el grupo para cualquier cosa menos para el objetivo inicial. "Incluso quedaban entre ellos desde el chat", decía. En julio. Cuando ni siquiera había comenzado el curso. "Recuerdo que pregunté una cosa sobre el cuaderno de inglés. Silencio".
En una ocasión, al ver 84 notificaciones, intervino para ceñirse a asuntos del colegio. "Puedes silenciar", le dijeron. "¿Y qué función hace entonces?" Llegaron incluso a organizar una barbacoa. "La madre que los parió".
Comenzó la guerra.
Entonces envío un mensaje: "Cariño, ¿has colgado la ropa?". Mi mujer también está en el grupo, claro. Contesta ella: "Sí, pero el calzoncillo del niño lo he vuelto a meter, que no veas". Añado: "¿Voy haciendo la cena?". Mi mujer: "Vale, te voy pelando patatas". Añade uno: "Ey".
— Eugenio d'Ors (@ra_LA_me) 14 de diciembre de 2018
Otro que no había intervenido nunca: "JAJAJAJAJAJA". Otro: "Tortilla con cebolla o sin cebolla". Empezaron a discutir sobre la tortilla. Se formó un debate impresionante. Y la cuchipandi callada. Yo me vine arriba. Envié la foto del negro de wasap. Ya sabéis.
— Eugenio d'Ors (@ra_LA_me) 14 de diciembre de 2018
"Cualquier mensaje de mal gusto y tomaré medidas", dijo el delegado. Se la dejó botando:
Contesté: "¿Que te tomarás medidas? Yo no lo haría, Alex, no creo que aguantes la comparación con el negro".
— Eugenio d'Ors (@ra_LA_me) 14 de diciembre de 2018
Al cabo de unos segundos: "Has sido expulsado del grupo". Lo mejor fue que no cayeron en la cuenta de que mi mujer todavía estaba, de hecho todavía está.
En el grupo comenzaron a debatir sobre él, con su mujer delante. "Me meaba. Hubo uno que decía que echarme era de fascistas".
Hace tres meses que comenzó el curso y no me saluda nadie, tampoco yo doy pie, siempre me mantengo alejado de los grupitos, me provocan urticaria. De hecho no sé ni quiénes son los papis de mi curso, me suena alguna cara, el único el calvo del Álex, el que me echó. A ese ni agua.
— Eugenio d'Ors (@ra_LA_me) 14 de diciembre de 2018
En definitiva, una aventura más de un padre harto de los espectáculos alrededor del colegio. Y amenaza con más historias. Ojo a las celebraciones...
Pues esta es la historia, ya veis que no es nada del otro mundo, pero tenía que acabar con esa curiosidad que no os dejaba dormir 😂😂
— Eugenio d'Ors (@ra_LA_me) 14 de diciembre de 2018
Ahora ya la semana que viene os prometo el de los festivales de Navidad, que ya he ido a dos y el de ayer fue especialmente dantesco.