Diario de León

Esterilizar a tus perros: la decisión

Una nueva corriente entre los veterinarios defiende estudiar a cada animal frente a la tradicional que avala la castración y esterilización automática de perros y gatos

esterilizar

esterilizar

León

Creado:

Actualizado:

No es ya tan automático. Antes bastaba con pedirlo, ahora hay que responder a un pequeño cuestionario, verbal, con el que los veterinarios obtienen información sobre los motivos por los que se solicita la esterilización o castración de los animales de compañía.

Frente a la corriente tradicional, que defiende la esterilización o castración de perros y gatos de manera automática y generalizada, una segunda vía en veterinarios de pequeños animales opta ahora por analizar cada caso y estudiar si es adecuada para la mascota.

Es una operación quirúrgica e implica ciertos riesgos. Y, además, no siempre soluciona los problemas médicos ni de comportamiento, especialmente en los machos.

«Hay muchos beneficios para la salud, como la prevención de tumores en los testículos, en ovarios, mama, vagina y útero, hiperplasia o infecciones uterinas, que son muy frecuentes en las hembras pero hay que valorar también otras razones igual de importantes, como la edad, el sexo y el historial clínico», advierte Israel Iglesias Rodríguez, vocal de la Junta Directiva del Colegio Oficial de Veterinarios y 25 años de experiencia en clínica veterinaria.

En la segunda vía abierta sobre este proceso, que es irreversible, ‘militan’ un amplio grupo de veterinarios leoneses, que son partidarios de analizar en profundidad los beneficios y perjuicios que esta operación pueden tener en los animales que viven en casa y también en sus familias.

Porque la nueva Ley de Bienestar Animal no obliga a la esterilización aunque sí la recomienda. La obligatoriedad es para las asociaciones protectoras de animales, que tienen que entregar a los perros, gatos y otros animales de compañía, como los hurones, esterilizados o con un compromiso de esterilización de los nuevos dueños en cuanto sea posible.

En general, los veterinarios son partidarios de esperar al menos un celo en la hembras para garantizar su desarrollo pleno y entre un año y año y medio en los machos. «Pero para mantener esos plazos buscando la salud de los animales es necesario familias responsables porque, obviamente, el principal beneficio de la castración y esterilización es la desaparición de las camadas indeseadas», añade Israel Iglesias. «Y está claro que si una gata en celo no deja dormir a su familia ni a los vecinos, la decisión no admite dudas. Es, además, beneficioso para la gata porque elimina esa situación de estrés».

Tampoco desde la Protectora de Animales de León son partidarios de aplicar de forma generalizada esta medida. «Nos gusta analizar cada caso y desde luego esperar a la situación más idónea para el animal, aunque sí exigimos a la familia que lo hagan en cuanto sea posible, ahora la ley obliga», dicen.

«Hemos pasado de que la esterilización fuera una práctica anecdótica entre los perros, gatos y otros mamíferos a pedirla de forma generalizada y debemos ser conscientes de que no todos los tratamientos son adecuados para todas las mascotas y en todas las circunstancias sino que deben responder a las necesidades y bienestar de cada animal en cada caso particular», defiende Nuria Gómez, veterinaria en la red de centros de Tiendanimal.

Desde el Colegio Oficial de Veterinarios de León, Isarel Iglesias desmiente la alarma creada sobre uno de los efectos secundarios de la estrilización en hembras, fundamentalmente en perras: la incontinencia. «Ni es habitual ni imposible de tratar. Se da en algunos casos y además existe tratamiento», explica. La alarma viene por los casos detectados en Gran Bretaña y los Países Bajos, que han puesto en marcha una campaña de esterilización total.

Iglesias desmantela otro mito, el de que ayuda a corregir un comportamiento agresivo en los machos. Como él, la mayor parte de los educadores caninos de León son partidarios del entrenamiento. «Educación, con constancia y firmeza», resumen.

Israel Iglesias apunta otra opción, el método químico. Un implante subcutáneo, similar al microchip, que inhibe la acción hormonal, una especie de castración química. «Permite comprobar los resultados antes de tomar una decisión que es definitiva e irreversible», dice.

Sólo un problema: la duración. Un año en las hembras, seis meses en los machos y dos años en los hurones.

Hay, además, píldoras anticonceptivas e inyecciones. «Lo importante es meditar bien la decisión», añade Iglesias. Y una última recomendación desde el Colegio Oficial de Veterinarios de León, desde protectoras y educadores: consultar siempre al veterinario.

tracking