Gastroscopia y test de aliento para detectarla

Además? del examen y la historia médica completa, los procedimientos para el diagnóstico del Helicobacter pylori son una gastroscopia con biopsia y un text de aliento. Los exámenes del aliento determinan una sustancia que aparece en el aliento tras ingerir una solución con urea marcada que se metabolizada por la bacteria si está presente en el estómago del paciente. Sin embargo, los médicos se inclinan más por la realización de una gastroscopia que, pese a ser un método diagnóstico más invasivo, ofrece información crucial para descartar enfermedades más importantes como es el cáncer de estómago. La gastroscopia (también llamada endoscopia digestiva alta) es un procedimiento que le permite al médico examinar el interior del esófago, del estómago y del duodeno. Un tubo con luz, delgado y flexible, llamado endoscopio, se pasa por la boca y la garganta, y luego por el esófago, el estómago y el duodeno. El endoscopio le permite al médico ver dentro de este área del cuerpo, así como introducir instrumentos a través del endoscopio para tomar muestras de tejido y realizar una biopsia (si es necesario). El tejido extirpado se utiliza para detectar la presencia de actividad ureasa y examina la bacteria. Tratamiento Prescipción de antibióticos que curan la enfermedad en dos o tres semanas, incluso en pacientes diagnosticados años atrás. Aunque a veces se vuelve resistente. Los antiácidos alivian los síntomas, pero no curan la enfermedad y la cirugía es traumática. La utilización de antibióticos para curar la enfermedad ha convertido a las úlceras en una patología infecciosa que se cura. Antes el descubrimiento de la bacteria los pacientes ulcerosos no se curaban y tenían varias recaídas a lo largo de su vida. Los tratamientos existentes mejoraban los síntomas, pero no hacían desaparecer le enfermedad. Actualmente, la administración de los fármacos adecuados, que en la mayoría de los casos se realiza de manera ambulatoria, consiguen erradicar la enfermedad y sus complicaciones más comunes. Estos tratamientos han logrado reducir considerablemente las hospitalizaciones por complicaciones de esta dolencia, como son las hemorragias.