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Los enfermos piden voz

La información que reciben los pacientes actualmente es «poca y mala», denuncia el primer congreso español, lo que se traduce en «desorientación» e incumplimiento del tratamiento»

La automedicación es uno de los problemas sanitarios de las urgencias

La automedicación es uno de los problemas sanitarios de las urgencias

Publicado por
Manu Mediavilla - redacción
León

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«Los pacientes mejor informados son mejores pacientes». Esta frase de Albert Jovell, presidente del Foro Español de Pacientes, resume la gran asignatura sanitaria pendiente puesta de manifiesto en el I Congreso Español de Pacientes: la buena información al enfermo por parte de la Administración y el personal del Sistema Nacional de Salud. Ahora es poca y mala, y eso, como coincidieron varios oradores, se traduce en «desorientación», en «incumplimiento del tratamiento» y, en definitiva, en peor salud. Ana Sobrino, coordinadora del Grupo de Comunicación y Salud de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMFyC), dijo lo mismo por activa: «La buena comunicación entre doctor y paciente consigue más satisfacción, más cumplimiento terapéutico y mayor nivel de salud». Y Rafael Sánchez Olmos, presidente de la Federación de Diabéticos Españoles, lo remachó poniendo voz a las 603 asociaciones y 251.074 miembros representados en este I Congreso: «Hay que cambiar la vieja realidad de 'todo por el paciente, pero sin el paciente', por otra en la que éste se responsabilice de su derecho a la salud. Un paciente informado es un paciente autónomo». Contraste Las consecuencias de una adecuada comunicación son positivas en los ámbitos clínico, humano y económico: mejor detección de enfermedades, más implicación personal en su abordaje, mejor adhesión al tratamiento, mejor aprovechamiento de recursos sanitarios y mayor efectividad terapéutica; la suma de todo ello es una mejor salud. En cambio, precisó Joana Gabriele desde la Fundación Biblioteca Josep Laporte, «la desinformación provoca desorientación» y desánimo --el paciente se refugia en un pesimista «¡basta!, me quedo con mi enfermedad»- y aboca a «la búsqueda de información en otro sitio», que puede ser una asociación bien informada, pero también una página de Internet sin la mínima calidad exigible y que acabe empeorando la situación. Desde la Asociación Europea de Parkinson y la Federación Europea de Asociaciones Neurológicas, Mary Baker sintetizó en cinco puntos las necesidades del paciente: «Ser enviado a un médico que tenga verdadero interés en mi enfermedad, recibir la mejor explicación sobre mi diagnóstico, ser derivado lo más rápidamente posible a los servicios de apoyo, tener asegurada la continuidad asistencial y participar en el abordaje de mi enfermedad». A esta demanda de participación efectiva en las decisiones médicas sobre la propia salud, se suma la idéntica exigencia de 'voz y voto' en las políticas sanitarias. Ahora prácticamente brilla por su ausencia, con la salvedad de las todavía jóvenes Defensorías del Paciente, que apenas cubren cuatro de las 17 comunidades autónomas españolas: Madrid, Extremadura, Canarias y La Rioja. En el I Congreso de Pacientes, la madrileña Margarita Retuerto confirmó que la gran demanda ante su institución.

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