Síntomas sin seguro público

Espasticidad, fatiga, temblor, estreñimiento, incontinencia urinaria, diplopía, crisis paraxísticas son algunos de los síntomas que sufren las personas con esclerosis múltiple. Todos ellos, al igual que las discapacidades, se pueden tratar uno a uno teniendo en cuenta la situación de cada persona. Aunque no curar. La rehabilitación juega por ello un papel clave en la vida de las personas con esclerosis múltiple. «Debe ser un proceso activo y dirigido a optimizar la calidad de vida del enfermo en relación a su discapacidad», subrayan los expertos. El objetivo es que las personas sean lo más independientes posible o se puedan adaptar de la mejor manera a la discapacidad que sufran, pero también prevenir complicaciones como contracturas, dolor, espasmos entre otras. Además de la rehabilitación física, se busca también la recuperación cognitiva y el tratamiento emocional, pues es una enfermedad que causa gran impacto psicológico en quien la sufre. Aldem clama por la implicación de las administraciones públicas en este proceso, pero hasta el momento son estas entidades sin ánimo de lucro las que se ocupan de organizar y ofrecer estos tratamientos con ayudas y subvenciones públicas y privadas. La ley de la dependencia no va a tener unos efectos inmediatos sobre esta población de enfermos, aunque se espera que mejore las condiciones del 13% que están postradas en silla de ruedas. Pero no va solucionar uno de los principales problemas de las personas que están en la plenitud laboral, que pueden estar largos períodos de baja por un brote y luego volver a incorporarse. «Para la Seguridad Social no son personas incapacitadas porque no te evalúan cuando tienes el brote, pero en el mercado laboral no te quieren así que te enfrentas a quedarte sin trabajo sin haber cotizado el tiempo suficiente», subraya María Beirán.