Una buena técnica y ejercicio regular evitarían el 80% de lesiones en la nieve

Una estación de esquí no es un parque de atracciones. Para esquiar y practicar snowboard, deporte de moda en las últimas temporadas es, es mejor prepararse previamente con ejercicio regular y, sobre todo, adaptarse al deporte en función del nivel de cada persona. No prepararse físicamente y perder la conciencia del riesgo que implica la práctica de los deportes de nieve son las principales causas de los accidentes que se producen en las estaciones invernales, cuya media se sitúa en tres por cada tres mil esquiadores. Según un estudio de la clínica Armstrong, con una buena técnica y entrenamiento podrían evitarse el 80% de las lesiones, que afectan sobre todo a las rodillas, el ligamento cruzado anterior, entre los esquiadores, y a hombros, clavícula, caderas y manos, entre los practicantes de snowboard. El «pulgar» del esquiador (distensión del ligamento extensor del pulgar) es una de las lesiones más frecuentes tanto en uno como en otro deporte. Las fracturas de fémur, peroné y rodilla y las heridas y cortes con el esquí o la tabla son otras de las lesiones que sufren los esquiadores con más frecuencia. Las lesiones cervicales, lumbares y dorsales o por sección medular también son relevantes. En la estación de esquí de San Isidro, que apenas ha podido estrenar esta temporada por falta de nieve, se registraron el año pasado 3,9 accidentes por cada mil esquiadores, una tasa ligeramente superior a la media nacional, pero que mejora los resultados de siniestralidad en casi un punto respecto a la temporada anterior. Mientras llega la nieve suficiente para hacer practicables las pistas de la provincia y de la cordillera cantábrica-las previsiones meteorológicas apuntan a un plazo de díez días- no estaría de más empezar a prepararse y estudiarse bien las normas Atudem (Asociación Turística de Estaciones de Montaña), cuyo respeto es fundamental para evitar accientes, apunta José Luis Álvarez Guisasola, médico de la estación invernal de San Isidro. Entrenamiento Los expertos recomiendan ejercicio regular o un entrenamiento de al menos cuatro semanas antes a la práctica del deporte. Entre los ejercicios más beneficiosos están los aeróbicos para el sistema cardiovascular y que son necesarios en la práctica de cualquier actividad física (carrera, bicicleta y natación). Se trata de potenciar la resistencia muscular específica para grupos musculares del tren superior, inferior y del tronco (piernas, brazos, muslos y columna). Los ejercicios anaeróbicos mejoran la fuerza muscular y se debe entrenar también la capacidad de las articulaciones para soportar diferentes cambios de peso en distintas posiciones (satos, step, zig-zag y cambios de dirección). Hidratación y alimentación Hacer calentamiento previo y estiramientos antes y después de la práctica deportiva, aprender a caer, cuidar la alimentación y la hidratación y no hacer sobreesfuerzos son otras de las reglas que deben observar las personas para evitar posibles accidentes, añade Álvarez Guisasola. Importante es también el material y adaptación al nivel de cada persona y, desde luego, la protección solar y ocular. Las botas no deben estar ni muy apretadas ni muy flojas y los esquís de los principiantes deben ser cortos, blandos y afilados en forma de Y. Cuanto más duros y curvos, más velocidad se alcanza. Protegerse del frío y del sol La protección del frío en manos, pies, cabeza y orejas es muy importante. Deben usarse gafas de sol (incluso sin sol) o para ventista para prevenir lesiones oculares, conjuntivitis y posibles lesiones en las córneas y, desde luego, no olvidar la protección de la piel con cremas con factor protector suficiente para prevenir las quemaduras.