Lavandería de hospital

josé enrique martínez

La pandemia y el confinamiento trajeron otra plaga menos calamitosa: la de los infinitos versos escritos bajo el efecto de la enfermedad y la reclusión. Sobresalen entre ellos los rubricados por Begoña M, Rueda (Jaén, 1992), joven poeta de la que el pasado año reseñamos en estas páginas Error 404, poemario instalado en la órbita informática. Pero los tiempos mandan y Servicio de lavandería nace pegado a una realidad hiriente que refrenda el primero de los versos: «En la lavandería donde trabajo...». No es mera figuración literaria, sino la realidad del día a día de la poeta, que brega en un hospital de Algeciras. Se trata de una poesía autobiográfica en la que las circunstancias y apreciaciones del yo de cada poema se funden con las del yo de la poeta, que ha optado por la palabra directa, natural y avecindada con la prosa.

El poemario está cuidadosamente organizado en secciones que evocan las faenas de la lavandería: Prelavado (un solo poema para situarnos), Lavado, Acarado y Centrifugado (un poema de conclusión). Los 19 poemas de «Lavado» se fechan, a modo de diario, entre el 21 de marzo y el 5 de junio de 2020, momento álgido de la pandemia, y van marcados por la enfermedad, la muerte y el agotador trabajo de la lavandería, sin guantes ni mascarillas, lamentando que los aplausos de las ocho sean para médicos y enfermeros, olvidándose de «las que lavamos la ropa de los contagiados / con las manos desnudas». Entre toda esa ropa manchada de esputos, orines, sangre y desechos, están los infaustos sudarios, de un solo uso: «Yo por sudario quisiera las manos de mi madre...». Del recuerdo brota un poema inmejorable, el que relata el abandono por la poeta de su tierra de Jaén, su madre, su hogar, el estudio y todo «cuanto amaba» para ir lejos a ganar «este sueldo y esta pena». Vemos, pues, que es una poesía que cuenta y canta desde la realidad más cruda, la que relata, y desde el más áspero sentimiento, el que canta. De ahí la tonalidad amarga, pesimista y -conviene subrayarlo- crítica.

La sección «Aclarado», consta de dieciocho poemas fechados en el mismo período de los poemas anteriores, pero de 2019, como contraste, pues aunque la tarea fuera dura y menospreciada, otros factores podían aliviarla, como el compañerismo, por ejemplo. Destacaría el poema que enuncia: «El ruido de las lavadoras es un canto de sirenas». La mitificación de las «seductoras máquinas industriales» no puede leerse más que desde la ironía.