Diario de León

DEL PALACIO AL CUARTEL

La princesa de Asturias seguirá los pasos de su padre y pasará por las academias de tierra, mar y aire antes de iniciar una carrera universitaria

BORJA SÁNCHEZ TRILLO

BORJA SÁNCHEZ TRILLO

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León

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El futuro de la princesa Leonor comienza a despejarse. Será después del verano, una vez que finalice sus estudios de bachilerrato en el UWC Atlantic College de Gales, cuando inicie su formación castrense en la Academia General Militar del Ejército de Tierra, según el plan de estudios que, mediante un decreto ley, ha aprobado el Consejo de Ministros. «Es una magnífica noticia porque pone de relieve el funcionamiento normal de las instituciones», subraya la ministra de Defensa, Margarita Robles.

La Ley 39/2007, de 19 de noviembre, de la carrera militar, dedica su artículo 2 a los empleos militares del Rey y de su sucesor. El apartado 2 es muy claro, la Princesa de Asturias «podrá desarrollar la carrera militar y tener los empleos que, mediante real decreto, determine el Gobierno, que queda facultado para establecer un régimen propio y diferenciado teniendo en cuenta las exigencias de su alta representación y su condición de heredero de la Corona».

Así sucedió con Felipe VI. Tras concluir sus estudios en Canadá, donde realizó un curso equivalente al COU español, el entonces príncipe inició su instrucción militar, que se prolongó durante tres años antes de pisar la Universidad Autónoma de Madrid. Corría 1985 y tenía 17 años. Casi cuatro décadas después su primogénita seguirá el mismo patrón.

Será antes de que cumplir la mayoría de edad cuando Leonor ingrese en la Academia General Militar de Zaragoza, donde cursará el año académico 2023-24 con el empleo de dama-cadete. El 2024-25 lo hará como guardamarina en la Escuela Naval de Marín (Pontevedra) donde se embarcará en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano. Finalmente, se incorporará como alférez-alumna al curso 2025-26 en la Academia General del Aire de San Javier (Murcia). Se trata de una formación «específica», en la que se tiene en cuenta, destacó Robles, «sus especiales responsabilidades» como en el resto de monarquías parlamentarias.

Actualmente, en Europa cinco mujeres —Victoria de Suecia, Isabel de los belgas, Amalia de los Países Bajos, Ingrid de Noruega y Leonor de España— están a un paso del trono. Y todas ellas —salvo la heredera holandesa y la princesa de Asturias— han recibido formación militar. En el caso de Amalia se debe a que la constitución de los Países Bajos no atribuye a su rey o reina el papel de mandos supremos de las Fuerzas Armadas.

En España sí existe ese papel y, como tal, la heredera al trono debe conocer de primera mano el funcionamiento interno y los principios más básicos de los tres ejércitos. Este mandato constitucional es lo que justifica que se priorice la carrera militar a la formación universitaria. El Gobierno considera que este itinerario es «adecuado», porque comenzará con alumnos de su misma edad, aunque se trata de una decisión que ha tomado Zarzuela y con la que Moncloa está totalmente de acuerdo.

Terminada su instrucción militar, en 2027, la Princesa de Asturias recibirá su despacho de teniente de los ejércitos de Tierra y Aire y alférez de navío de la Armada —como en su día recibió su padre— y será cabeza de las promociones con las que ha estudiado e irá ascendiendo conforme lo hagan las mismas, si bien «no ocupará plaza».

Jura de bandera, sin fecha

Una vez conocida la formación militar que recibirá Leonor de Borbón falta por aclarar cuándo se producirá el juramento de la Constitución que debería realizar al cumplir la mayoría de edad el 31 de octubre. Una fecha marcada en rojo en la Casa del Rey, pero también en el Palacio de la Moncloa. Don Felipe cumplió los 18 jurando la Carta Magna en el Parlamento. En el caso de su hija, será el calendario electoral el que determinará esa fecha, porque para entonces es posible que las cámaras ya estén disueltas y los españoles convocados a las urnas. Si fuera el caso, la princesa de Asturias podría prestar juramento ante la Diputación Permanente, pero restaría solemnidad al acto.

El Ejecutivo siempre ha defendido que el juramento de la heredera ante las Cortes Generales no tiene por qué materializarse el día en que alcance su mayoría de edad, ya que no lo exige el artículo 61.2 de la Constitución, y que por tanto puede llevarse a cabo en los siguientes meses, cuando se hayan constituido las nuevas Cámaras. Cuando llegue el momento, el Gobierno abordará el asunto e irá «de la mano de la Casa Real» a la hora de tomar la decisión.

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