«Supercomputación es sinónimo de crecimiento en todos los sectores»

—El centro de supercomputación ha recibido en los últimos años constantes inyecciones de fondos para su ampliación y mejora de capacidades. ¿Qué salto cualitativo se ha conseguido?

—La apuesta por la transformación digital de la Junta es clara. Uno de los máximos exponentes de esta apuesta es la promoción y desarrollo de tecnologías avanzadas y en este caso la supercomputación es un elemento crucial que permite fortalecer el tejido empresarial de la Comunidad y fomentar la investigación de alto nivel. Los principales proyectos e inversiones de Scayle para esta legislatura alcanzarán una inversión de 20 millones de euros.

—¿De qué proyectos estamos hablando?

—Por ejemplo del suministro e instalación y puesta en marcha de equipamiento óptico para la red de ciencia y tecnología de Castilla y León por un montante de más de 3,1 millones de euros. O por la puesta en marcha de Equipos de infraestructura tecnológica para la actualización de Scayle en las áreas de almacenamiento de datos, redes y ciberseguridad por un montante de más de 3,7 millones de euros.

—¿Cómo ha evolucionado la capacidad de cálculo?

—Recientemente se ha adjudicado un contrato para la ampliación del superordenador Caléndula por 6,2 millones de euros, financiados con Fondos Europeos, para multiplicar por diez la capacidad de cálculo con 235 nuevos servidores, que incrementarán el número de operaciones posibles por segundo hasta los 8.000 TeraFlops. Los servidores también aumentarán de forma notable la memoria RAM (450 Terabytes). Aunque esta infraestructura de cálculo se renovado en los últimos años, pasando de los 29 Teraflops del año 2009 a los 779 de 2022. Este nuevo contrato va a suponer la ampliación más ambiciosa desde su creación.

—¿Cómo va a repercutir el traslado de la sede a un nuevo edificio?

—Scayle está incrementando progresivamente la cantidad, relevancia y capacidad de los servicios prestados a empresas. Las expectativas son de un mayor crecimiento en los próximos cinco años.

—¿Qué mejoras se conseguirán con la nueva sede?

—La inversión prevista es de tres millones de euros, pero además de esta mejora, en 2023 el centro está acometiendo ya muchas actuaciones de mejora en supercomputación. Aunque no tengamos aún la nueva sede este hecho no impide una modernización y ampliación de los servicios. En 2023 en los diferentes proyectos innovadores se está invirtiendo por un montante de 7,1 millones de euros multiplicando por 14 el presupuesto. La nueva sede permitirá un mejor desarrollo de la actividad y abrirá el camino a nuevas oportunidades de crecimiento.

—¿Cuáles son los principales servicios que ofrece Scayle? ¿Cómo repercute en las instituciones o en las universidades contar con un centro de supercomputación?

—Scayle proporciona servicios de cálculo intensivo a la comunidad científica y a las empresas. La capacidad de cálculo es fundamental para múltiples aplicaciones. Además, presta servicios TIC para las administraciones públicas: almacenamiento virtual o cloud computing a la Junta y sus instituciones, como Sacyl o las universidades públicas o entidades locales. Mediante OpenCayle, ofrece almacenamiento de datos para científicos y los centros de I+D+i, preservando y permitiendo la reutilización de los datos de investigación. Por último, RedCayle proporciona acceso a internet, a través de RedIris, a todas las universidades públicas y privadas, los centros tecnológicos o científicos y a colegios.

—¿Cómo repercute en Castilla y León la existencia de este supercomputador?

—La existencia de un supercomputador de referencia es importantísima por constituir una palanca fundamental para fortalecer el tejido empresarial de la Comunidad y ser una herramienta clave para la investigación de alto nivel en áreas muy relevantes o sensibles. Además, favorece el posicionamiento de Castilla y León como referente tecnológico a escala nacional e internacional.

—¿Qué precisa para seguir creciendo?

—La supercomputación se ha convertido en una herramienta competitiva fundamental. Entrenar sistemas de inteligencia artificial requiere de potencias de cálculo que no están al alcance de pymes o investigadores. Por ello, estamos incrementando nuestra capacidad de cálculo y poniendo Scayle a disposición del tejido productivo de Castilla y León y de sus investigadores. El crecimiento de la demanda de almacenamiento de datos por parte de investigadores e instituciones ha sido muy fuerte durante los últimos años.

—Los datos se han convertido en una materia prima fundamental.

—Estamos doblando la capacidad de almacenamiento de OpenCayle, el sistema de almacenamiento masivo de datos de Castilla y León, que aun así deberá seguir incrementándose para satisfacer la enorme demanda. Igualmente, la Red Regional que gestiona Scayle se ha consolidado como una herramienta fundamental para la cohesión y la transformación digital de Castilla y León. RedCayle permite el acceso a una red óptica de alta velocidad a todas las universidades, centros de investigación, tecnológicos, hospitales y a todos los colegios de la comunidad autónoma. El arranque del plan complementario de comunicaciones cuánticas permitirá en el futuro próximo proporcionar una infraestructura de prueba de estas tecnologías que serán las que permitan garantizar la seguridad de las redes.

— ¿Cuáles serán los siguientes pasos que dará la consejería para conseguir que Scayle se convierta en un referente?

—Ya estamos trabajando intensamente para que la generalización del uso de la Inteligencia Artificial, la computación cuántica y la ciberseguridad de nuestras comunicaciones sean la columna vertebral para colocar a Scayle como una herramienta clave en la estrategia autonómica de transformación digital y también referente nacional en estos campos. De especial referencia son el desarrollo de proyectos relacionados con las tecnologías cuánticas.

—¿En qué línea se trabaja sobre estas tecnologías?

—Se ha comenzado la ejecución del Plan Complementario de Comunicaciones Cuánticas en Castilla y León que supondrá la instalación en Scayle de un demostrador de intercambio cuántico de claves con el objeto de mejorar la seguridad en las comunicaciones electrónicas, con múltiples aplicaciones en diferentes sectores. También han comenzado los trabajos para instalar un conjunto de emuladores de computación cuántica dentro del proyecto Quantum-Spain a través de la Red Española de Supercomputación para desarrollar un computador cuántico de altas prestaciones que se pondrá a disposición de la comunidad investigadora para desarrollar la Inteligencia Artificial.

—¿Las empresas son conocedoras de que tienen en el centro un apoyo?

—Tenemos una espacial sensibilidad para que las empresas conozcan las ventajas de la supercomputación. Puede ayudar a las empresas en procesos de I+D+i, en la optimización de procesos como la logística, en el prototipado y en todos los procesos que implican cálculos. Scayle dispone de sistemas de aceleradoras gráficas, sistemas de almacenamiento y de cálculo que las empresas pueden utilizar junto con proyectos de digitalización como Digis3 o de supercomputación como Eurocc. La supercomputación es sinónimo de economía digital, pero no sólo en lo que podamos entender como puramente digital, sino en todos los sectores.

—El Centro de Supercomputación de Castilla y León forma parte de la Red Española de Supercomputación...

—Scayle forma parte activa del ecosistema español de I+D+i, a través de la Red Española de Supercomputación. Desde la incorporación de Scayle a la RES se han asignado más de 95 millones de horas de CPU con más de 100 grupos investigadores. Se trata de investigaciones sobre temática sanitaria como nuevas técnicas de radioterapia, cálculos sobre tectónica de placas, investigación sobre nuevos materiales o el análisis de datos de observación del Universo. Pero existen más herramientas, mecanismos o formas de cooperación y colaboración nacional, europeo o internacional como la Nube Europea de Ciencia Abierta para apoyar la ciencia de la UE o Open-IACS proyecto formado por un grupo de Agencias Pagadoras Europeas.