«Tengo estrés de tiempo libre»

Tras muchos caracteres borrados, por fin estas líneas alcanzarán la rotativa. Sin ninguna pretensión, mi único deseo es sumar y formar parte de un equipo en el que todos aportemos y crezcamos. Consciente que de poco servirá lo que quiera transmitir, a partir de ahora seré lo que sintáis al leerme. Busco tratar temas interesantes que resuenen en vosotros y sean sencillos y prácticos. ¿Habéis escuchado o pronunciado hace poco esta frase? «No me da la vida». Si no es trending topic le faltará poco. El otro día una amiga —que cuando lea esto sonreirá— pero bien podríamos ser cualquiera de nosotros, me comentó: «He dejado de trabajar por las tardes y me he apuntado a tantas actividades que tengo estrés de tiempo libre». Sonreía, con lo cual entiendo que aún tiene margen para embarcarse en alguna aventura más. Para contrarrestar este estilo de vida que consiste, a grandes rasgos, en crearnos necesidades y en ir corriendo muy deprisa a ningún lado, nos hemos inventado la expresión «dedicar tiempo de calidad». Este tiempo incluye llamar por teléfono a los familiares cercanos de vez en cuando. En el caso de los amigos lo solucionamos con un «me escribes y, si eso, vamos hablando». A nuestros propios hijos les reservamos cinco minutos para un cuento en el que si cuela saltamos alguna página, aprovechamos para contestar los mensajes de los cinco grupos de WhatsApp del colegio y pedimos la cena a Glovo. A la vez, les explicamos que estamos muy cansados consiguiendo dinero para comprar cosas que nunca usarán. ¿Y para nosotros? Nosotros somos las migajas del mantel de nuestras propias vidas. Si tenemos perro le sacamos al parque más cercano y la mayor interacción consiste en hacerle una foto para subir a las redes sociales, en este apartado obviaré que ya se empiezan a ver por las calles perros robot, parece que no ladran y nos ahorramos la bolsita. Y así pasan los años y se van cargando nuestras mochilas. Muchas personas ni siquiera se han planteado «¿qué quiero en mi vida?». Un porcentaje muy elevado en una encuesta a pie de calle contestaría que quiere «ser feliz y tener salud». Teniendo en cuenta que una de las cosas de las que más se arrepiente la gente al morir es de no haber pasado más tiempo con sus seres queridos, ¿estamos

en el camino correcto?