La unión hace más fuerte a un Bierzo atomizado
La mancomunidades son vitales para prestar servicios de calidad pero se puede ir más allá
Instalaciones de la Mancomunidad del Agua del Bierzo. DL
Que el Bierzo es una comarca rural es algo que no se le escapa a nadie. Y que ha perdido un volumen ingente de habitantes en los últimos años, tampoco. Los municipios siguen siendo iguales en extensión pero con cada vez menos población y eso es un handicap importante a la hora de asumir el coste de determinados servicios básicos. Es ahí donde entra en juego la figura de las mancomunidades y la unión de municipios que en esta comarca se materializa, principalmente, en la gestión del agua y la recogida de basuras. La importancia de la cooperación entre ayuntamientos será el tema central de la mesa redonda en la que, el miércoles, participarán el presidente de la Mancomunidad de Municipios del Agua del Bierzo, Marcos Álvarez; el presidente de la Mancomunidad Municipal para el Tratamiento de las Aguas Residuales del Bajo Bierzo, Iván Castrillo; y el alcalde de Sobrado, Antonio Moldes.
«La unión es muy importante, sobre todo cuando se trata de municipios pequeños que no podrían prestar el servicio dada su capacidad económica», explica el regidor de Sobrado, que está mancomunado con Oencia y Carucedo para la recogida de basuras. No obstante, Antonio Moldes tiene una visión mucho más amplia de a dónde puede llegar esa unión y apuesta por los consorcios. Una figura infrautilizada que podría servir —defiende— para desarrollar proyectos concretos con éxito.
El alcalde de Sobrado considera que es necesario un cambio de mentalidad general y no solo prodigar el bercianismo, sino practicarlo y apostar por proyectos de comarca que, «a la larga, nos beneficiarán a todos». «Unión más allá de las necesidades concretas de cada municipio. Hay que pensar en territorio». Esta es su premisa para un Bierzo atomizado.
Antonio Moldes pone un ejemplo relacionado con la castañicultura, que es un sector de peso en su municipio: crear zonas centralizadas para la comercialización, como una especie de lonja donde los productores puedan vender directamente el producto. «Así podríamos poner nosotros el precio», explica. Ese sería un proyecto de comarca para impulsar un sector concreto, pero podría aplicarse —asegura— a cualquier otro. «En nuestro caso, no tendríamos problema alguno con que esa central de ventas estuviese, por ejemplo, en Toral de los Vados, que es un punto bien comunicado», añade. ¿Qué quiere decir con esto? Que cada municipio tendría que ceder por el bien común.
«O nos ponemos de acuerdo o el Bierzo se va convertir en un territorio residual», se lamentó el alcalde de Sobrado.
También el presidente de la Mancomunidad de Municipios del Agua del Bierzo y alcalde de Sancedo, Marcos Álvarez, elogió las ventajas de la unión para la prestación de servicios. El ente que él preside es un ejemplo claro de éxito y de buen funcionamiento, que permite a los habitantes de Arganza, Cabañas, Raras, Cacabelos, Camponaraya, Carracedelo, Cubillos del Sil y Sancedo recibir un servicio de calidad y a un precio que, de manera individualiza, sería imposible.
«La mancomunidad nos permite tener un servicio básico a un precio menor, dado que los costes derivados de la explotación se reparten entre más ayuntamientos. La unión siempre hace la fuerza y si la gestión es buena, como en el caso de nuestra mancomunidad, el resultado es un servicio excelente, instalaciones excelentes y un precio que se mantiene congelado desde hace muchos años», subrayó el presidente de un ente mancomunado que este año habrá invertido 800.000 euros en obras de mejora de saneamiento y abastecimiento, incluido el cambio de la tubería que comunica la estación potabilizadora con las instalaciones de la Ciuden en Cubillos.
«Una mancomunidad puede hacer una gestión profesional porque tiene personal especializado para cada cosa y la tecnología necesaria. Un municipio solo no podría asumirlo de igual manera, es muy complicado o muy costoso», aseguró Marcos Álvarez