«Los virus respiratorios intentan ocupar su lugar de antes de la pandemia»

carmen Tapia

LEÓN

El jefe de Pediatría del Hospital de León, Santiago Lapeña, aborda los retos del servicio. En la entrevista, realizada justo antes de que la epidemia de la bronquiolitis infantil saturase los hospitales, ya advierte del avance de la enfermedad y aconseja a las familias tranquilidad.

—Después de la pandemia y con la entrada de un invierno más o menos normalizado a otros años ¿qué enfermedades son las que más están detectando en este momento?

—Este invierno es atípico, los virus respiratorios están intentando ocupar el lugar que tenían antes y nuestro sistema inmunitario, sobre todo en los lactantes, solo ha estado expuesto al coronavirus desde el año 2020. Esto origina que el lactante esté más vulnerable y expuesto al contacto con virus respiratorios: rinovirus, adenovirus, metapneumovirus, ... y sobre todo virus de la gripe y virus respiratorio sincitial. Ahora ya estamos en época epidémica tanto de gripe como del sincitial, que se traduce en un brote de patología respiratoria, generalmente de vías altas: moco nasal, tos, fiebre (que puede ser alta en el caso de la gripe), que mejora con antitérmicos y lavados nasales, pero también hay un porcentaje de casos que baja a los bronquios y origina tos, fatiga, silbidos, aumento de la frecuencia respiratoria, necesita hundir las costillas para respirar, que es el cuadro clínico que llamamos bronquiolitis.

—¿Qué es lo que más le preopa?

—Tener a un niño enfermo siempre preocupa. En los meses más complicados de la pandemia los niños, en general, estuvieron muy bien, los que tenían problemas respiratorios, como asma, al no tener infecciones, no tuvieron crisis. Ahora, vuelven otra vez a ponerse malos, a coger catarros, posiblemente más que antes (los virus intentan recuperar el tiempo perdido) y tenemos que pensar que la situación de hace 2 años no era normal y tenemos que asumir que los niños se ponen malos de vez en cuando, que su sistema inmunitario tiene que aprender a trabajar y a defender al organismo de las infecciones. A nosotros, como pediatras, nos preocupa que la transición a esta nueva normalidad venga acompañada de brotes epidémicos más intensos que antes de la pandemia por parte de los virus respiratorios; ya no usamos mascarilla, se nos está olvidando la higiene de manos que facilita la difusión de los virus que están circulando en nuestro medio.

—¿Cree que la vacunación contra el covid en la población infantil fue efectiva?

—La vacuna del covid es muy eficaz y en niños también ha demostrado su eficacia. Cuanta más población esté vacunada, cuantas más personas sean inmunes al virus, menos transmisión habrá. Sólo hay que recordar cómo estábamos antes de la vacunación y cómo cambió la situación después y los niños también son parte importante en esta pandemia.

—¿Están notando un aumento de padres antivacunas?

—Yo no sé si hay un aumento, sí tengo la sensación de que si los padres son antivacunas sus hijos no suelen estar vacunados. En España no es obligatoria la vacunación, pero afortunadamente somos unos de los países del mundo con mayor cobertura vacunal y eso en pediatría es muy importante.

—¿De las vacunas que no están en el calendario vacunal ¿cuáles son las que aconseja poner a los niños y niñas y por qué?

— Nuestra comunidad tiene un calendario vacunal muy amplio, ya no hay tantas diferencias con respecto a otras comunidades autónomas y Castilla y León ha ido en este tema por delante de muchas de ellas. Había algunas vacunas que no estaban incluidas y que, desde mi punto de vista, son necesarias y este pasado día 21 de noviembre se ha aprobado la incorporación de nuevas vacunas a nuestro calendario vacunal: rotavirus, gripe, papilomavirus en varones, con lo cual es la única comunidad autónoma que tiene un calendario vacunal muy parecido al que solicita la Asociación Española de Pediatría y me parece que es un avance importante para los niños y niñas de nuestra comunidad.

—¿Cuántos menores ven en la consulta de Pediatría actualmente?

—Por nuestras consultas pasan unos 12.000 niños al año, siendo primeras consultas unas 2.500 y las consultas más demandadas son para alergología, neurología, digestivo, endocrinología y cardiología infantil.

—¿Las alergias infantiles aumentan en otoño y en invierno?

—En nuestro medio la alergia más frecuente es la alergia al polen, con síntomas en primavera; en otoño e invierno suele haber reagudizaciones de asma debido a las infecciones respiratorias

—¿El servicio de Pediatría tiene actualmente todos los recursos disponibles? ¿Tienen pensado ampliar la cartera de servicios hospitalarios?

—En la medida de nuestras posibilidades intentamos dar la máxima cobertura a la población pediátrica de nuestra área sanitaria y también al área del Bierzo y al norte de la provincia de Zamora. En los últimos años, con la incorporación de más pediatras al servicio, hemos ampliado nuestra cartera con la puesta en marcha de la consulta de hemato-oncología, patología pediátrica compleja (con visita domiciliaria), cuidados paliativos y recientemente una consulta de nutrición para la valoración de niños con problemas nutricionales, dar apoyo a psiquiatría infanto-juvenil en el manejo de la atención de paciente pediátrico con patología alimentaria, como la anorexia nerviosa. Nos queda por poner en marcha una consulta de lactancia materna. El problema fundamental que tenemos es la estabilidad de nuestra plantilla, los movimientos frecuentes de pediatras que se van de nuestro servicio por sacar plaza en una oposición o que vienen en un concurso de traslado que sale sin perfil; cada uno de nosotros tiene una o incluso dos subespecialidades para cubrir esta asistencia, y con estos movimientos de personal es complicado mantener la actividad que estamos desarrollando.

—¿Se han plantado ampliar a oncología infantil?

—Ya estamos tratando en nuestro servicio a pacientes oncológicos, formamos parte la red regional de tumores infantiles, que se constituyó hace 3 años.

—¿Qué novedades de ampliación de instalaciones están poniendo en marcha, no sólo en la planta de Pediatría sino también en la UCI pediátrica?

—Se está trabajando en la ampliación tanto de la UCI pediátrica como de la UCI neonatal; hay un proyecto elaborado ya hace 2 años y estamos a la espera de la dotación económica para poder llevarlo a cabo.

—Con las crisis económicas y ahora con el aumento de los precios de los alimentos ¿está notando ya o teme que pueda afectar a la salud de los menores?

—No cabe duda de que la situación actual nos va a pasar factura a todos; los niños son una población muy vulnerable, pero como tal está más protegida por la administración y por los organismos y asociaciones no gubernamentales. Los trabajadores sociales de los ayuntamientos, Diputación y centros de salud están haciendo una importante labor a este nivel.

—¿Crece la obesidad infantil en León?

—No tengo cifras concretas, los pediatras que mejor conocen este tema son los pediatras que trabajan en Atención Primaria. Pero creo que sí, la obesidad es un problema de salud pública de primer nivel, cada vez nos olvidamos más de la dieta mediterránea y recurrimos a los alimentos procesados, que además los niños los comen mejor, además del aumento en el sedentarismo y la consecuencia es el aumento de la obesidad y los problemas que se originan en la edad pediátrica van a tener su repercusión en el adulto.

—¿Qué aconsejaría a las familias para mantener una buena alimentación en la infancia cuando hay pocas posibilidades económicas?

—Siempre hay que priorizar y la alimentación es una necesidad básica; deberíamos de volver a la alimentación natural, dieta mediterránea y dejar el alimento procesado para momentos especiales, no para un uso diario.

—En la consulta de Pediatría ¿con qué preocupaciones llegan las familias y qué es lo realmente importante?

—Los padres siempre queremos lo mejor para nuestros hijos, que estén sanos, que sean felices, que disfruten de la vida, siempre estamos preocupados y la enfermedad es motivo frecuente de preocupación, pero afortunadamente la mayoría de las veces las enfermedades de los niños suelen ser procesos agudos, de los que se recuperan pronto y muchas veces lo llevan mejor los niños que sus padres, son más positivos que ellos. Tenemos a todos los niños vacunados de todo, con una mortalidad infantil de las más bajas del mundo y, sin embargo, estamos angustiados por su salud, les tenemos entre algodones, superprotegidos, y tendríamos que dejarles su espacio, su autonomía dejarles hacer y disfrutar con ellos. Hay un lema, que yo tengo en el despacho desde hace ya unos años, que es carpe diem, disfrutar el ahora, disfrutar de nuestros hijos ahora.