Diario de León

El legado rescatado por el Ministerio de Cultura aportará la primera lista oficial de fusilados, huidos y desaparecidos en 1939

El archivo ignorado de Carlos Pinilla

Más de 600 manuscritos, mecanografiados y fotografías muestran la crudeza de la vida en la posguerra de León

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El archivo del gobernador franquista Carlos Pinilla Turiño se mantiene en una caja fuerte. Su contenido ha permanecido oculto durante años, los mismos que han servido para asentar una joven democracia. Por primera vez se conoce la relevancia de esta documentación, rescatada por la Dirección General del Libro tras la denuncia de un grupo da archiveros sobre su inminente subasta por Internet. Se trata de más de 600 documentos manuscritos, mecanografiados, fotografías e impresos que registran la vida de cientos y cientos de ciudadanos, con nombres y apellidos, que en conjunto constituyen un variado panorama de lo que fue la vida en la inmediata posguerra civil en las provincias de León y Zamora.

La totalidad de este valioso archivo se está describiendo y valorando por parte de técnicos del Ministerio de Cultura, un proceso obligado para culminar el proceso de compra de este legado que finalmente formará parte de los fondos del Centro Documental de la Memoria, con sede en Salamanca, según confirmó el director general del Libro, Archivos y Bibliotecas, Rogelio Blanco. La directora de este centro, María José Turrión, avanzó por su parte que el archivo de Carlos Pinilla «ya tiene su lugar» en estas instalaciones -”físicamente aún se encuentra almacenado y blindado en dependencias del Ministerio de Cultura en Madrid-” y garantizó que el acceso a los documentos «será inmediato» una vez que estén en su poder.

Informes de pueblos enteros

El archivo de Carlos Pinilla Turiño no sólo es una recopilación documental de carácter político, sino que también lleva anejos una serie de elementos de carácter puramente social «muy valiosos», según la valoración inicial de los técnicos de Cultura, a la que ha tenido acceso este periódico, como la correspondencia que el gobernador franquista mantuvo con su padre, Bernardino Pinilla. O los informes y listas en los que se vislumbrarán nuevos datos sobre personajes incómodos para el Régimen, entre los que se incluye documentación acerca de Victoriano Crémer o de pueblos enteros como Cacabelos.

El archivo en cuestión comprende tres grandes áreas: los papeles que se conservan de la etapa de Carlos Pinilla Turiño como gobernador civil de león al término de la Guerra Civil, su actividad como delegado del Gobierno en la petrolera Campsa y como senador por Zamora y, finalmente, los documentos familiares.

Los datos de mayor trascendencia para historiadores y víctimas de la represión son, lógicamente, los que aparecen en el archivo político del gobernador franquista. Los técnicos consideran que la extensa lista de informes que constan en la documentación «son imprescindibles» para conocer con precisión el clima social de la provincia de León en el momento inmediatamente posterior a la Guerra Civil. Son muchos los ámbitos de la vida leonesa representados en esta categoría documental: desde denuncias contra el llamado trust alubiero -”con ese nombre se apodaba a la empresa Exportadora Bañezana-”, hasta informaciones precisas sobre el personal del Gobierno Civil, de Falange, de Prisiones, del periódico Proa -”aquí se enmarca el informe sobre el escritor y periodista Victoriano Crémer-” y otras informaciones sobrte el contro de armas para la lucha contra los guerrilleros republicanos.

Resulta de especial relevancia la serie de informes y listas que maneja el gobernador civil al término de la contienda. No sólo era necesario tener conocimiento de las personas con antecedentes izquierdistas que puedan suponer una amenaza para el régimen franquista -”hay relaciones de los afiliados a la masonería, Amigos de la Unión Soviética e Izquierda Republicana-”, sino que se puede sacar la conclusión de que pretendían incluso conocer el grado de confianza que merecían sus propios servidores. En este sentido cabe destacar los informes sobre policías o del personal de la Secretaría General de las FET y de las Jons en 1939.

Por fin habrá lista oficial

A esta fecha se supone que corresponde una cuartilla gris donde consta el número de fusilados, huidos y desaparecidos. Estas cifras serán una de las mayores aportaciones del archivo, puesto que los historiadores han especulado durante años sobre ello sin alcanzar un consenso absoluto.

Aunque sea algo puramente testimonial, las grandes planas en impreso de gran formato en las que constan los nombres de los falangistas que transportaron a hombros el cadáver de José Antonio Primo de Rivera desde Alicante a El Escorial dan una idea del carácter nostálgico que profesó Pinilla Turiño hasta el final de sus días.

En unas carpetas independientes, conservó una carta de José María Pemán -”político, poeta, ensayista y orador andaluz de tendencia conservadora-” en relación con la disputa que mantenía en ese momento con Primo de Rivera. También guardó una misiva intervenida de modo secreto al capitán Queipo de Llano en el Hotel Oliden de León y otra requisada a su hermano Gonzalo en Roma. Finalmente hay una hoja de propaganda y denuncia que había sido enviada al periódico Proa por comunistas el 18 de julio de 1940.

Uno de los segmentos documentales de mayor trascendencia es el relativo a la represión de conductas sexuales. Existe un conjunto de 40 documentos agrupados en una moderna carpeta verde que se ha apartado para su estudio.

Una carpeta -”en este caso azul-” guarda la correspondencia particular de Pinillo Turiño. Hay unos 50 documentos, entre los que se encuentra una gran variedad de corresponsales que tratan de los asuntos más diversos: desde cartas como la del anciano que compone unos versos de agradecimiento por haber recibido una comida en el asilo hasta escritos intercambiados con el ministro de Comercio, el arzobispo de Valladolid, la delegada nacional del Auxilio Social o el director del periódico zamorano Imperio. Resulta descorazonadora la foto del niño en cuyo reverso dice: «Ventas de Nava, calle de la Cerca... aunque estamos en la última miseria y mi padre enfermo».

También guardaba muchos recuerdos de particulares, como la felicitación navideña del ministro franquista Ramón Serrano Súñer para 1940, poemas de agradecimiento, alguno de ellos en acróstico -”las letras iniciales de los versos forman un vocablo o una frase-” o los Cánticos regionales que los coros de Riaño interpretaron ante Carlos Pinilla con motivo de su visita a esta villa el 14 de abril de 1941.

Una moderna carpeta verde contiene unos 150 documentos entre cartas de felicitación y telegramas por la designación como gobernador de León. Según expresan los técnicos de Cultura en el informe preliminar sobre este relevante archivo, el cojunto de la documentación muestra un índice claro y fehaciente de un clima social generado por las consecuencias de la Guerra Civil. Se trata de las cartas de peticiones de donativos y agradecimientos que vienen a reflejar un mundo de necesidad de muy diversos modos. «La tarjeta de las Damas Protectoras del Obrero (damas catequistas) destaca entre el resto y vale más que todo un ensayo sociológico», indican.

Planos de regadíos y obras

Otro de los lotes se compone de diversos documentos referentes a construcciones y obras. Ahí se encuentran los proyectos de riegos del Sil en pueblos como Camponaraya, Arganza, Sancedo o Ponferrada. El legajo más grueso es el que alberga el proyecto de urbanización de Garrafe, que comprendía toda la urbanización de los terrenos entre las carreteras de Caboalles y de Villanueva de Carrizo. Además se incluye el proyecto de la casa cuartel de la Guardia Civil en Truchas por parte de los arquitectos Juan Torbado Franco y Ramón Cañas del Río. Los técnicos advierten, en este sentido, que este conjunto documental fue en su día más extenso y que una parte de este bloque fue legada en su día en la Real Academia de San Fernando.

Asimismo se conserva una ponencia del inspector veterinario Santos Ovejero del Agua sobre la mejora de la ganadería bovina y organización sindical de las industrias lácteas en los ayuntamientos de Pola de Gordón y Rodiezmo (marzo de 1941). En este lote ha sido incluida una carpeta confeccionada con cintas con los colores de las banderas española y portuguesa con textos y foto de Antonio Nobre, político lusitano, donde se menciona a los viriatos, cuerpo de voluntarios portugueses que lucharon con las tropas de Franco en la Guerra Civil, y un banderín en franela blanca y verde con el escudo nacional y, en el reverso, el escudo bordado de León con la inscripción Legio VII Gemina.

En una pequeña carpeta se recogen los documentos en los que predomina el tema deportivo y cultural. Desde facturas detalladas del material de un equipo de proyección cinematográfica para la delegación leonesa del Frente de Juventudes hasta las famosas regalias: una bolsa de plástico contiene pases gratuitos para el ferrocarril de Renfe y para los de La Robla y Matallana, invitaciones a audiciones de la Coral Zamorana con motivo de las fiestas del Alzamiento, el carné de socio de La Cultural Leonesa, tarjetas de agradecimiento de los escolares de Riaño, hojas de propaganda anticomunista o un menú firmado en el Hotel Miranda Suizo (El Escorial) por Pilar Primo de Rivera o Serrano Súñer. Además se incluye un vale del aguinaldo social de 1940, en el que se añade una línea manuscrita que dice que a los ex combatientes se les dará una arroba de patatas, además de 1,25 en mano y una botella de coñac, poemas con motivo de un enlace matrimonial local y el «rarísimo» Reglamento de Primera Línea de Falange.

También el monopolio petrolero

Carlos Pinilla Turiño también dejó un importante legado relativo a su etapa como delegado del Gobierno en Campsa, documentos de enorme interés para trazar el itinerario histórico del monopolio de petróleos desde el momento de su fundación hasta que se extingue.

Sin duda, una parte fundamental del archivo son los documentos familiares. En este apartado la cuantía más numerosa corresponde al archivo fotográfico, integrado por cien imágines de carácter histórico, con fotos de los ascendientes y familiares directos. Se trata de una serie con bastantes piezas del siglo XIX que, además, son plenamente representativas de los usos vestimentarios de León y Zamora en torno al cambio de siglo. Se da la circunstancia de que Carlos Pinilla no fue un hombre muy fotografiado. De hecho, la serie que se ofrece tan sólo recoge dos visitas a Franco y un momento de Pinilla con uniforme de gala de abogado del Estado.

Para los técnicos de Cultura, estos documentos, sumados al archivo del marqués del Castañar, también en manos del ministerio, «ofrecen un valor único» puesto que existe muy poca documentación oficial de los aspectos conflictivos de la represión y los periódicos sólo recogían una visión sesgada de la realidad, a lo que hay que añadir que la mayor parte de lo relativo a las actuciones políticas de multitud de organismos del régimen franquista fue destruida sistemáticamente durante la transición a la democracia.

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