Café San Marcelo, un pequeño rincón para disfrutar a lo grande
Sanmarcelo
Javier ha hecho del café un verdadero arte. Lo prepara con la misma precisión de un cirujano. Cada taza.Prácticamente sin separarse de la máquina, al otro lado de esa pequeña barra que comparte con su mujer Soraya, siempre pendiente de los clientes, la mayoría devotos, y amigos, del Café San Marcelo, en el número 3 de la calle Legión VII, junto al antiguo ayuntamiento, donde este matrimonio leonés levantó hace cuatro años su particular templo.
Ofrecen café de ocho países, más de cuarenta tipos de infusiones, chocolates... Los acompañan con un «zumito de mango» y un bocadillo, ligero, de jamón. También hay bizcocho o caracola. Y nunca falta la buena conversación. Ni el periódico. Un ejemplar de Diario de León recibe a la entrada. Como el aroma, intenso.
Se han hecho largos estos meses. «También para nosotros, porque en un local como este, pequeño, estableces muchos vínculos con la gente, a la que acabas echando de menos», apunta Javier mientras dibuja un corazón sobre la leche que suaviza el café. Todo un artista.