El confinamiento dispara las ventas de cámaras web y eleva las reparaciones

Las tiendas de informática y el resto de establecimientos de dispositivos electrónicos que hay en la provincia se han convertido en un servicio esencial durante la cuarentena. Han seguido funcionando, a pesar de las dificultades, y los riesgos, para facilitar el teletrabajo a cientos de leoneses que tenían oxidados los equipos cuando les sorprendió el estado de alarma y el confinamiento decretado por el Gobierno.

También han acercado a muchas familias y amigos que solo podían comunicarse a través de videoconferencia. Aplicaciones de este tipo han experimentado un crecimiento exponencial desde mediados de marzo, cuando saltó en España la emergencia sanitaria. Del mismo modo, se han disparado las ventas de cámaras web, instaladas de serie en la mayoría de portátiles, pero que hacen falta en los ordenadores de mesa, sobre todo en los más antiguos.

Tanto que no es fácil encontrarlas en el mercado y por internet los precios, de las pocas que aún hay en stock, han subido sensiblemente, como constata la agencia de medición de compras NPD Group. También ha aumentado la demanda de impresoras «porque antes la gente imprimía en los centros de trabajo y ahora lo hacen desde casa», apunta José Carlos, gerente de Asga Informática, en la calle Covadonga. «Cámaras web no hay ni una», añade. «También hemos vendido bastantes discos duros sólidos, que, aunque quedan pocos, nos van entrando», explica. «La mayoría ha tenido que ponerse al día con el teletrabajo y los ordenadores estaban desfasados», aclara José Carlos.

En la misma línea, Jorge, responsable de Bits Microinformática, en la calle Lope de Vega, reconoce que ahora mismo «hay dificultades» para adquirir ese tipo de dispositivos en el mercado, pero asegura que se las van ingeniando para abastecer a todos los clientes que necesitan «cámaras o impresoras sencillas, de las que no hay suministro por la alta demanda» que ha habido durante el confinamiento.

A lo largo de estos dos últimos meses, también se han reparado más ordenadores y teléfonos móviles y se han vendido teclados e, incluso, micrófonos, un producto que antes de la pandemia apenas tenía salida.

La tecnología ha sido para muchos leoneses la mejor aliada en estos tiempos de encierro y el teletrabajo parece que ha venido para quedarse, a pesar de que bastantes empresas eran reticentes antes de que lo precipitara la pandemia. Eso sí, hará falta una regulación laboral que establezca límites, como reclaman las organizaciones sindicales, que ven en esta herramienta una buena manera de facilitar la conciliación, reduciendo además los costes de producción en determinados casos.