El alcalde compromete el arreglo de las acequias de riego urbanas con problemas

Los problemas por los que atraviesa la comunidad de regantes de Cacabelos siguen estando ahí, al igual que la decisión de la junta directiva de convocar una asamblea extraordinaria para el mes de septiembre a fin de presentar su dimisión ante «la dejadez» —explicó su presidente, Primitivo Quiroga— de la inmensa mayoría de los comuneros; pero ahora cuentan con el apoyo directo del Ayuntamiento de la villa del Cúa, que aunque la comunidad de riego no es de su competencia, se ha ofrecido a colaborar para intentar mitigar, en la medida de lo posible, una problemática que puede terminar en la desaparición de este entidad. En una reunión mantenida entre la junta directiva y el alcalde, Adolfo Canedo, éste se ha comprometido a arreglar todas las acequias de riego que están bajo el entramado urbano y que presentan problemas por hundimientos. Asimismo, cederá a la comunidad de regantes un local para que lo utilicen como archivo y a modo de oficina. Algo de lo que carecen hasta el momento.

Es lo máximo que puede hacer el Ayuntamiento, según reconoció Quiroga. Una colaboración que permitirá solucionar parte del problema, en lo relativo a instalaciones e infraestructuras deterioradas, pero que no pone freno al principal, que es el estado de abandono en el que se encuentra la presa en numerosos puntos, dado que —recordó el presidente— son muchos los comuneros que no se encargan de las obligadas labores de limpieza. Además, más de la mitad no paga la cuota asignada y ello genera un déficit que se acrecenta con las tres sentencias judiciales a las que actualmente tienen que hacer frente. «Si ellos no se conciencian, no habrá solución», se lamentó el presidente de la comunidad.