Beda detecta más casos de consumo de alcohol compulsivo

El centro de tratamiento de alcoholismo Beda, situado a la alura del número 31 de la avenida de la Libertad de Ponferrada, ha detectado cambios en las formas de consumo. Según su última estadística, la tendencia de estos últimos años es que el consumo de tipo compulsivo —cifrado en un 54% de los casos que atiende— supera ya al consumo diario. Se da la circunstancia que entre las mujeres, están igualadas, con un 50% en cada caso. Un 79 % de las atendidas tienen antecedentes familiares con problemas de alcohol. El centro atendió alrededor de 250 personas, entre pacientes y familiares, en distintos momentos y fases del programa. Acudieron al centro un total de 74 personas nuevas, que recibieron información, orientación o tratamiento.

En cuanto al consumo de otras drogas, prevalecen los fumadores, un 65% de los atendidos. Un 22% consumen en la actualidad otro tipo de drogas ilegales.

En cuanto a la búsqueda de tratamiento de los afectados sigue siendo, en primer lugar, por influencia de la familia (38%), aunque en un porcentaje inferior a otros años, y por iniciativa propia (30%). Le siguen los derivados de ámbitos sanitarios (19%) y Servicios Sociales (8%). Un poco más de la mitad, había intentado antes algún tipo de tratamiento.

También continúa, de forma similar a otros años, la alta participación de personas de apoyo que acompañan al paciente y participan activamente en el tratamiento (88%).

La mayoría de estos familiares son parejas (41%), hijos y madres (14%), hermanos (11%) y otros (8%). En cuanto al seguimiento del programa, de las personas que empezaron a lo largo del pasado año, un 62 % permanecen en tratamiento hasta el final. El resto, fueron derivados a otros recursos o abandonaron, por distintas causas. Se da la circunstancia que la asociación Beda ha tenido que acometer una serie de cambios durante estos meses, por la situación de pandemia del coronavirus. «Potenciar el uso de medios tecnológicos nos ha permitido continuar con el tratamiento durante este tiempo. La mayoría se han adaptado a la nueva situación, sin olvidar las dificultades de algunos, al no disponer de estas herramientas», indica María Bretaña Casado, psicóloga clínica y coordinadora de Beda en el centro de tratamiento del alcoholismo.