Carreteras
Derrumbes como La Escrita en la A-6 fuerzan cambios en las nuevas autovías
La Dirección de Carreteras refuerza los controles geotécnicos para grandes infraestructuras
Imagen de archivo del derrumbe de la ladera de la Sierra de La Escrita sobre la A-6 a su paso por Trabadelo. ANA F. BARREDO
Una foto del derrumbe de la sierra de La Escrita sobre la autovía A-6, en el Bierzo, sirve de ilustración para la jornada que celebrará el próximo 24 de febrero la Dirección General de Carreteras, dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, en el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, sobre los nuevos controles geotécnicos en los proyectos de carreteras y autovías en España.
Y es que el derrumbe en la A-6 a su paso por Trabadelo ha supuesto una de las obras más complejas llevadas a cabo en España en los últimos años para ‘sujetar’ una montaña que, literalmente, se venía abajo por los problemas geológicos del terreno.
En la jornada, que se celebrará en la sede del Colegio en Madrid, se analizarán tanto los aspectos estructurales como geotécnicos a la hora de aplicar el marco normativo en los proyectos de la Red de Carreteras del Estado, según fuentes del Ministerio. La Jornada está dirigida a profesionales vinculados a proyectos y construcción de puentes y obras geotécnicas, pertenecientes a empresas consultoras, constructoras, de control, fabricantes de productos de construcción y a la Administración.
Sujetar la pared de la sierra de La Escrita sobre la A-6, a la altura del kilómetro 418 de la Autovía del Noroeste, supuso el desembolso de 34,7 millones de euros y 16 meses de obras, que terminaron el 18 de junio de 2010.
Hace diez años
El Ministerio ilustra con la obra berciana, que costó 34,7 M¤, la presentación de la nueva normativa
El pasado 11 de noviembre de 2021 entró en vigor el Real Decreto 470/2021 por el que se aprobó el Código Estructural que fija los controles para las estructuras de hormigón, de acero y mixtas de las nuevas carreteras así como los materiales, la durabilidad y los controles de calidad y mantenimiento.
La solución al derrumbe de parte de la sierra de La Escrita sobre la A-6 obligó a un movimiento de tierras de más de medio millón de metros cúbicos y a instalar anclajes sobre una superficie de 12.300 metros cuadrados. Además de 37.000 metros de bulones de refuerzo; 21.500 drenes y una estructura de protección de 3.570 metros cuadrados en la prolongación del túnel artificial. Todo, en una operación que conllevó también la apertura de accesos alternativos durante la obra, en la que trabajaron más de 50 operarios especializados.