Endesa prepara la cesión de su antigua Biblioteca a Ponferrada

La vieja Biblioteca de Endesa en el poblado de Compostilla, un local de 400 metros cuadrados al que se accede por una escalera de nueve peldaños, se convertirá en un nuevo espacio cultural de Ponferrada si la eléctrica acaba por dar su visto bueno definitivo a la petición que le ha traslado el alcalde para que ceda al Ayuntamiento un inmueble que hace tiempo que dejó de tener uso. Fuentes de la empresa confirmaron ayer que están «estudiando» la propuesta que Olegario Ramón efectuó el pasado lunes, en el transcurso de una reunión presencial en el despacho de la Alcaldía con el director general de la Zona Noroeste de Endesa, Miguel Temboury. Aunque desde el Ayuntamiento afirmaron ayer en una nota que el propio Temboury «consideró factible» la cesión durante el encuentro con el regidor, «únicamente pendiente de la compleja tramitación administrativa».

Ramón adelantó ayer que el equipo de gobierno tiene «varias ideas vinculadas a la actividad cultural» para darle una nueva vida a un espacio usado como biblioteca durante años, dentro de los servicios que Endesa incluyó en el poblado de Compostilla, construido entre 1947 y 1951 y diseñado para ser una ciudad jardín autosuficiente de 22 hectáreas a la vera de la la primera central térmica que la eléctrica tuvo en Ponferrada.

Agotado el filón económico del carbón, cerrada la central heredera de Compostilla I, y con el barrio cada vez más integrado en el entramado urbano de la ciudad —el Ayuntamiento invirtió el pasado año 61.000 euros en habilitar una zona de juegos en la misma plaza de la biblioteca— los libros dejarán espacio para otro tipo de proyectos relacionados con el arte y la cultura en general que el equipo de gobierno presentará en su momento, matizó el alcalde.

Endesa también está considerando la cesión de «otros activos» de menor importancia en la ciudad, confirmó la empresa. Olegario Ramón incluyó en su propuesta a Miguel Temboury la cesión del suelo necesario para completar la urbanización en el entorno de las instalaciones de la Fundación Ciudad de la Energía habilitadas en el entorno de la primera central térmica de Compostilla, reformada para albergar una nueva fase del Museo de la Energía y a la espera de convertirse también en otro espacio cultural.